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Características del eccema dishidrótico

Una de las afecciones que más aparecen en consulta durante la época estival es la conocida como eccema dishidrótico. Es una inflamación de la piel que aparece en manos y pies en forma de pequeñas ampollas llenas de líquido que suelen producir picores y quemazón intensos. Es una enfermedad crónica, pero no contagiosa, y hay periodos en los que aumenta su aparición.

Es un trastorno que se origina en el interior del organismo, aunque tiene carácter estacional, pues suele ser en primavera y verano cuando más aparece. El estrés y la alergia son también factores desencadenantes que hacen que durante un tiempo pueda apreciarse en la piel. Aunque es fácil su aparición, la eliminación, que no la erradicación, lleva su tiempo.

Aunque no es peligroso, el eccema dishidrótico es muy incómodo y causa algunos problemas si no es tratado correctamente. Al aparecer en pies y manos, los picores se intensifican y se vuelven muy incómodos, por lo que es necesario aplicar tratamiento. No hay que obviarlo, ya que puede intensificarse el malestar. En nuestra consulta de Podología Elena García en Granada, tratamos esta afección en cualquier época del año, pero en los cambios de estación, tanto primavera como otoño es más común de lo habitual.

Características del eccema dishidrótico

Es una afección que se da en ambos sexos por igual. Suele comenzar entre los 15 y los 30 años. Es muy común que adolescentes en época de exámenes lleguen a la clínica padeciendo este problema: el estrés, el sudor y los zapatos cerrados intensifican los picores, los cuales no les dejan concentrarse.

Se sabe que no es contagiosa y la causa original es desconocida. Aunque se pensaba que su origen era el sudor, lo cierto es que es solo un detonante más.

Factores que propician la aparición de la enfermedad:

  • Si se padece dermatitis atópica es frecuente que el eccema dishidrótico aparezca al llegar el calor.
  • Las alergias al polen, la rinitis o el asma son enfermedades habituales que van asociadas a padecer también de eccema dishidrótico.
  • Las alergias a perfumes, medicamentos, al cobalto o al cromo hacen que aparezca el eccema dishidrótico. Es muy usual estar expuesto a ellos, dado que se encuentran en artículos de joyería, esmaltes o cueros.
  • El estrés emocional es un detonante.
  • Si se padece de infección producida por bacterias u hongos.
  • El embarazo puede ser un desencadenante por las variaciones hormonales.

Manifestación del eccema dishidrótico

El primer lugar donde vemos su aparición es entre los dedos de los pies o de las manos. Poco a poco va extendiéndose hasta llegar a la planta y los laterales.  Un dato a reseñar es que solo una de cada diez veces se da en ambas extremidades a la vez.

Signos físicos que aparecen:

  • Aparición de pequeñas pompitas o ampollitas muy pequeñas, de medio milímetro, que causan un intenso picor.
  • Descamación de la piel: una vez que las vesículas y el líquido interior comienzan a secarse, empieza la descamación y aparecen fisuras y erosiones que suelen ser dolorosas.
  • Irritación y engrosamiento de la piel: cuando las ampollas aparecen de manera crónica, la persona se rasca y aparece un eccema que puede infectarse y provocar daños y costras que agravan la lesión.

Tratamiento del eccema dishidrótico

Como ya hemos comentado, no existe una cura para esta problemática, pero sí tratamientos que pueden ayudar a calmar y controlar los brotes. Entre los tratamientos que habitualmente se recomiendan están los siguientes:

  • Aplicación de corticoides de forma tópica. Suelen aplicarse durante una o dos semanas para ayudar a secar las vesículas.
  • En casos muy concretos y de mucha gravedad, se toman corticoides orales.
  • Antibióticos, en caso de que se produzca por una sobreinfección bacteriana.
  • Productos emolientes suelen ayudar un poco a paliar la sequedad de la piel y la aparición de grietas y fisuras.
  • Antihistamínicos orales para tratar las alergias, que son una de las causas de su aparición.
  • Tratamientos específicos que su podólogo de confianza puede prescribir.

Consejos para mantener la erupción bajo control

  • No rascarse la piel.
  • Lavarse con cuidado la zona con agua fría y jabón.
  • Hidratarse la piel.
  • Productos que mantengan el sudor controlado.
  • Evitar el contacto con elementos alérgenos.
  • Calcetines de algodón, y no mantenerlos húmedos. Cambiar a menudo si es necesario.

 

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