Cuidados de pies el otoño: secuelas del verano
El comienzo de curso trae cambios de temperatura. Por lo tanto, cambio de armario y de calzado. Tanto los mayores como los más pequeños, empezamos una nueva etapa en la que debemos cubrir nuestros pies hasta la llegada del buen tiempo.
Durante estos meses los pies deberán recibir atenciones que, por desgracia, casi nunca perciben. Al estar cubiertos, nos olvidamos de ellos y al final pagamos las consecuencias.
Volver a la rutina, ya sea el trabajo, la escuela o universidad, nos obliga a pasar muchas horas sentados o de pie. Además, se le suma que esas horas transcurren generalmente en estado de estrés o angustia. Todo eso repercutirá en los cuidados y, por tanto, en la salud de nuestros pies.
No hay duda que el cambio de calzado debido a los cambios climáticos y las responsabilidades laborales suele acarrear algunos problemas a los pies. Pasamos de llevar sandalias y chanclas, a usar botas, botines o zapatos cerrados. El pie pasa de estar libre a sentirse apretado y congestionado.
Consecuencias del verano
El verano suele dejar una serie de lesiones en los pies, debido a la vida algo alborotada que se lleva durante esos meses. Por esa razón, en nuestra consulta de Podología Elena García en Granada, solemos encontrar las siguientes afecciones durante las últimas semanas de septiembre y las primeras de octubre:
- Pies extremadamente secos, con grietas en talones.
- Rozaduras y ampollas causadas por las chanclas y las sandalias.
- Dolores de pies y tobillo por el uso abusivo de chanclas.
- Hongos en los pies o uñas por no utilizar calzado en las diferentes zonas comunes como piscinas o vestuarios, así como el uso excesivo de esmalte de uñas.
Por ello siempre recomendamos preparar los pies para el otoño, pues al venir muy dañados, podrían molestar aún más al meterlos en un zapato cerrado.
Consecuencias crónicas
Las enfermedades que se cogen durante el verano pueden cronificarse durante el otoño:
- Micosis en uñas: los hongos en las uñas son en ocasiones difíciles de eliminar. Es fácil contagiarse de ellos durante el verano. Pero es complicado tratarlos durante el invierno, dado que en ocasiones los pacientes no se dan cuenta.
- Papilomas o verrugas plantares: en verano solemos caminar descalzos durante mucho tiempo y es fácil contagiarse de alguna afección de este tipo.
- Fascitis plantar: muchas personas abusan de las chanclas en verano, algo que produce dolor en la zona de la planta o el talón.
Cuidados de pies el otoño
A continuación daremos una serie de consejos para tratar y conservar la salud de los pies durante los meses de frío:
- Más vale prevenir que curar: acude a tu podólogo de confianza al finalizar el verano y haz una puesta a punto de tus pies.
- Trata todas las afecciones que el podólogo pueda encontrar: hongos, papilomas, sequedad, etc.
- Utiliza productos específicos en casa y mantén hidratados los pies. Esto es primordial durante todo el año.
- Corta las uñas de forma adecuada, si no sabes hacerlo acude a un podólogo y ellos lo harán correctamente. De esta forma evitaremos uñas encarnadas, infecciones en los dedos y molestias graves.
- Usa calzado adecuado: si tienes zapatos deformados o muy desgastados, deséchalos. Lo único que producirán serán deformaciones en los pies.
- Usar zapatos transpirables y adecuados a las diferentes épocas del año.
- Lava los pies diariamente y luego debes secarlos de forma minuciosa. No los introduzcas húmedos en ningún calzado o calcetín.
- Los calcetines deben evitar la humedad. Hay que usar productos hechos con los materiales adecuados en función de la actividad que se vaya a realizar a lo largo del día. No es lo mismo salir a correr que ir a trabajar.
- Si hace humedad o eres de los que padeve mucha sudoración por los pies es conveniente que cambies de calcetines dos o tres veces al día.
- No te pintes las uñas de los pies. En invierno no solemos mostrar los pies, por lo tanto, cuando las pintamos no solemos quitarla hasta pasado muchos días o semanas. Como ya sabemos, esta acción puede ser contraproducente.