Diferentes roturas de uñas
Es muy común que en verano los pies se lleven ciertos impactos porque están al aire durante más tiempo. Los días de piscina, de playa, los paseos por el campo o por casa descalzos hacen que los pies lleguen los primeros a todas partes. Uno de los accidentes más habituales es la rotura de uñas, algo que suele ser muy doloroso e incómodo. Dependiendo de la gravedad, la curación o el tratamiento serán un poco diferentes.
Diferentes roturas de uñas
Hay diferentes casos por los que una uña se puede romper o dañar, y la gravedad dictamina su curación:
- Debido a un golpe en la zona de unión: esto puede provocar que la uña se rompa cuando aún no ha salido fuera. Cuando esto ocurre, el trozo de uña roto será empujado por la uña nueva hasta que salga al exterior. Luego pueden ocurrir dos cosas: que la uña nueva deje de empujar a la vieja o que la siga empujando un poco más.
- Impacto encima de la uña: es posible que una piedra, losa o plato caiga sobre el pie e impacte directamente sobre la uña. Cuando esto ocurre, si el objeto no es excesivamente pesado, puede que salga un cardenal que se apreciará bajo la uña. Con tiempo y reposo, sanará.
- Fricción: la uña se engancha a algo y al tirar se quiebra y se despega de la piel. El daño estará determinado por la superficie de la uña que se ha despegado. Puede ser un trozo o la uña entera.
- Hongos: no tienen que ver con un impacto, pero puede provocar que la uña se separe de la carne.
- Otras enfermedades o tratamientos pueden provocar daños en las uniones de las uñas.
Existe un sinfín de causas por las cuales las uñas se pueden romper, sobre todo en verano y en niños. Si quieres prevenir alguna de esas situaciones, te aconsejamos usar calzado específico para cada temporada. Zapatillas de verano, zapatos para que protejan los dedos para la playa, chanclas para acudir a piscina o evitar resbalarse: todo esto nos ayudará a prevenir algunos accidentes.
Cuidados básicos para una uña rota
Si tienes una uña rota o sospechas que pudiera estarlo, acude a un podólogo de confianza, como los de nuestra clínica de Podología Elena García en Granada, para que te realice un diagnóstico y te aplique un tratamiento. En algunos casos, su curación es rápida; en otros, la situación puede enquistarse, lo que alarga mucho el proceso.
A continuación daremos algunos consejos a tener en cuenta si tienes una uña rota o dañada:
- Si se ha producido daño en el lecho ungueal (tejido bajo la uña), presiónala ligeramente con una gasa hasta que la hemorragia pare y pon el pie en alto durante un tiempo.
- Cuando la hemorragia haya terminado, lava bien el pie con agua tibia y jabón neutro. Trata a tu pie con mucho mimo para no dañar aún más la uña y sécalo bien. Puedes aplicar un poco de aire fresco para que la humedad se vaya del todo.
- Si se aprecia que parte de la uña ha podido despegarse de la piel, intenta recortarla lo máximo posible para evitar que pueda engancharse. Limpia bien el pie, y aplica desinfectante y yodo.
- Protege el dedo dañado con una venda sin que esta apriete. Cada día deberás cambiarla y limpiar la zona repitiendo el ritual anterior.
- Si te duele debido a la inflamación, aplica frío en la zona para que esta baje y mantén el pie en alto.
- Existen cremas antibióticas para aplicar si crees que podría infectarse.
- Puedes tomar algún analgésico los primeros días, que es cuando más te dolerá.
- No uses zapatos cerrados sino abiertos, y no andes mucho durante los primeros días.
- No olvides acudir a un podólogo para que tu uña vuelva a estar sana.