Las plantillas personalizadas son las mejores del mercado
El uso de plantillas para los pies es uno de los temas más controvertidos dentro del mundo de la podología, debido a que existen dos formas de clasificarlas: las plantillas personalizadas o las plantillas genéricas.
En este artículo se pretenden definir las claves para diferenciar a las plantillas genéricas -que pueden adquirirse en diferentes establecimientos como las ortopedias- de las plantillas personalizadas, que son elaboradas por un podólogo especialista en biomecánica, acordes con el pie y la pisada del paciente.
Las plantillas genéricas son aquellas que pueden encontrarse fácilmente en cualquier parte, y a su vez son consideradas por los expertos como aquellas que tienen el nivel más bajo de efectividad. Los expertos -como los de Podología Elena García- consideran que para utilizar plantillas el usuario primero debe pasar por un proceso evaluativo.
El principal problema de estas plantillas es que que prometen corregir o aliviar patologías como metatarsalgias, juanetes o espolones sin basarse en ningún tipo de estudio biométrico. Esto se resume en que el único fin que cumplen es el de amortiguar la pisada y poco más, por lo que es necesario realizar un estudio antes de utilizarlas. En podología se han fabricado plantillas personalizadas desde hace décadas, partiendo de un estudio previo del pie. Los podólogos siempre han procurado que las plantillas solucionen para corregir un problema determinado. También es cierto que las plantillas de hace algunos años en la actualidad serían consideradas genéricas, debido a que poseen geometrías estandarizadas.
Y es que, gracias a la aparición de nuevos materiales y a los avances en la tecnología, la forma de producirlas ha variado y con ello se ha conseguido mejorar considerablemente el nivel de personalización y efectividad.
Tipo de plantillas que pueden encontrarse en el mercado
A continuación se analizarán los modelos de plantillas que pueden encontrarse en el mercado detallando las peculiaridades que tienen y las funciones que pueden cumplir:
Plantillas genéricas
Habitualmente existe una base (palmilla) sobre la cual van adheridos una serie de elementos prefabricados. Estos elementos no están hechos a medida para ningún pie en concreto, dado que son genéricos. Lo único es que tienen diferente altura o densidad en función del efecto que se desee.
Aunque se adapten medianamente a las circunstancias requeridas, como por ejemplo que la plantilla de un pie sea más alta que la de otro, lo cierto es que nunca llega a equilibrar todos los problemas. Por lo que la corrección será mínima y el alivio también, dado que no se adaptará al paciente, debido a los materiales usados y a la falta de estudios previos.
Plantillas personalizadas
El grupo de plantillas personalizadas están condicionadas a los datos que se obtienen de los estudios biométricos realizados por los especialistas: marcha, carrera o gesto deportivo.
El estudio biométrico debe ser realizarlo por un podólogo experto en esta materia. Dentro del proceso de confección de la plantilla el primer paso es la obtención de un molde plantar del paciente. Este puede hacerse de diferentes maneras: adaptación directamente al pie, con la ayuda de un molde de yeso, o a través de un escáner tridimensional. No importa cuál sea la herramienta, el caso es realizarlo dado que es gracias a esto con lo que se podrá obtener la pieza con constituirá la base de la plantilla. Estas plantillas son las más seguras y efectivas, dado que corregirán a la perfección el problema o, al menos, ayudarán a mitigarlo de la manera adecuada.
Los especialistas siempre aconsejan acudir a un podólogo si se sospecha la necesidad de una plantilla; por su parte desaconsejan el uso de las plantillas genéricas, dado que pueden dañar aún más la estructura corporal.