Los pies vuelven a la rutina.
Estos meses comienza la vuelta a la rutina. Es importante sumar un cuidado que suele ser un poco olvidado: el de los pies.
Después del verano los pies, aunque hayan sido cuidados, suelen presentar algunos daños. La playa, la piscina, la humedad constante, los zapatos abiertos y el ir descalzos a muchos sitios, suele repercutir en la salud de los pies. Por ello, antes de volver a introducir los pies en zapatos cerrados, es aconsejable prepararlos.
Los pies sufren mucho cuando después del verano se comienza a utilizar calzado cerrado debido a que están algo más inflamados que el resto del año. Para evitar problemas mayores en los pies, es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones.
Cuidados para los pies
A continuación se indican consejos que se debe tener en cuenta durante las semanas comienzan la vuelta a la rutina, para conservar la salud de sus pies todo el año:
Visitar al podólogo al finalizar las vacaciones
Es aconsejable visitar al podólogo una vez finalizadas las vacaciones de verano, pero no solo los niños, sino todos los miembros de la familia.
Durante el verano los pies pueden sufrir sequedades, grietas, e incluso el contagio de algún hongo debido a ir descalzo por zonas públicas como playas y piscinas. Para tratar esto de manera fiable y segura es necesario que la persona acuda a un especialista y que sea él el encargado de poner solución a la situación.
Es necesario solventar cualquier problema de este tipo antes de que llegue el frío y los pies calcen zapatos cerrados, porque la humedad que se genera en el interior más que ayuda a la proliferación de los hongos.
Elegir un calzado adecuado
El mejor calzado para los pies es aquel que protege el pie sin deformar la marcha, para que facilite el paso normal y se adapte desde el primer momento a las dimensiones del pie.
Hay que recordar que los zapatos inadecuados a la morfología del pie, posee horma más estrecha y su diseño no favorece la pisada normal. Su uso ocasional no debe producir ningún problema, pero cuando es diario puede llegar a producir deformaciones y malos hábitos al caminar.
El calzado a utilizar debe llevar sujeciones de cordones o velcro (en función de la edad) que impidan que el pie se deslice y, a ser posible, que los materiales sean lo más naturales y respetuosos posibles con la piel.
Secar e hidratar los pies con precisión
En invierno los pies pasan la mayor parte del tiempo cubiertos, por ello es necesario que se sequen minuciosamente después del baño, para que la humedad no quede atrapada dentro del calzado. Cuando esto ocurre, los pies suelen agrietarse, oler mal o criar hongos.
También es aconsejable hidratarlos con una crema para pies, así se tratarán las sequedades que se han producido en el verano.
Cortar las uñas adecuadamente
Cuando el zapato es abierto y el pie es libre, se producen pocos daños por el roce de una uña mal cortada con la pared del zapato. Pero cuando uña encarnada roza con la puntera de los zapatos pueden producirse daños serios que deben prevenirse.
Si se tiene dudas sobre cómo cortar las uñas adecuadamente o sobre cualquier otro punto , lo mejor es acudir a un especialista como los de Podología Elena García, y consultar allí todas las dudas que se tengan sobre cómo cuidar y conservar la salud de los pies durante todo el año, especialmente al tener que volver a la rutina diaria.