Mantenimiento de los pies de un runner

Los beneficios que aporta el deporte al organismo, tanto a nivel físico como emocional, son innumerables. Pero aun así, es necesario cuidar ciertos aspectos de la salud para poder realizar ejercicio de una manera óptima. Entre las zonas que más atención debe recibir el cuerpo cuando se está practicando un deporte están los pies. Los pies de un runner son el medio más valioso, y conseguir el máximo rendimiento deben estar sanos.
Los corredores sufren mucho problemas en los pies a largo plazo, y más si no reciben la atención que necesitan. Esto se debe a que el running es un deporte de alto impacto, que repercute seriamente en la salud de los pies, pues deben soportar todo el peso multiplicado durante la carrera.
Problemas más comunes en los pies de un runner
Los corredores suelen sufrir lesiones con cierta frecuencia, al igual que cualquier deportista de alto rendimiento. Los problemas que más frecuentemente pueden darse en corredores por motivo de la práctica deportiva son los siguientes:
- Dolores en el talón: es sin duda una de las molestias más comunes que tiene los corredores. Dicha dolencia se conoce como fascitis plantar. Es una patología muy incómoda y puede llegar a producir una leve cojera al andar debido al dolor.
- Aparición de juanetes: los juanetes pueden ser de dos tipos, los que afectan al dedo gordo del pie, o al quinto metatarsiano (juanete de sastre).
- Dolor en la zona anterior del pie: dolor que se produce en el antepié (entre las falanges de los pies y el tarso). Este dolor es notable y suele molestar mucho a los corredores durante la carrera.
- Dedos en forma de garra o martillo: esto puede ser muy molesto y llega a producir problemas de salud.
- Problemas en las uñas, hematomas, uñas encarnada, cambios de coloración.
Si se es corredor habitual es necesario acudir a un especialista, como los de Podología Elena García, para realizar revisiones periódicas y solventar así cualquier problema que pueda surgir con el tiempo. Y es que cualquier dolencia que no sea tratada correctamente puede derivar en un problema de salud mayor que impida al corredor practicar este deporte con regularidad.
Cómo solventar los problemas de los pies de un runner
Como se ha dicho en el párrafo anterior es necesario acudir a un podólogo de confianza, ya que ellos serán los encargados de realizar los estudios necesarios a la vez que alivian las patologías:
Realizar un estudio de la pisada
La clínica de Elena García tiene a disposición del usuario un servicio integral para realizar el estudio completo de la pisada y así evaluar, por ejemplo, qué modelo de zapatillas deportivas necesita o si es necesario hacer algún tipo de plantilla para amortiguar la pisada.
Todo esto puede parecer una obviedad, pero la mayoría de las personas que corren en la actualidad pasan por alto este punto hasta que el daño se ha producido, por lo que luego el proceso de recuperación es más largo.
Elegir el calzado adecuado
Cada pie y pisada es diferente, por ello elegir un calzado que se adapte a las características individuales de cada deportista es muy importante para prevenir posibles daños. En esto los estudios de la pisada aportan información clave.
Aunque en algunos locales especializados ofrecen asesoramiento acerca de los calzados deportivos, estos lugares no son los más indicados, ya que su formación y especialización no gira entorno a la salud de la persona si no a la venta de productos, lo mejor es acudir a un podólogo especializado en deportes.
Mantenimiento de uñas para runners
Un fallo muy frecuente, tanto en deportistas como en usuarios habituales, es el de no cortarse las uñas de los pies de manera correcta, lo que a corto o medio plazo genera serios problemas, como la denominada “uña encarnada”.
Las uñas de los pies de un runner deben cortarse con una forma específica, y es que cuando se corre el pie sufre muchos roces y los dedos son los que se llevan la peor parte. Si las uñas no se encuentran sanas y bien alineadas pueden surgir lesiones graves en ellas y en los dedos que a largo plazo supongan el tener que ir semanalmente a un podólogo para curar los daños.