Motivos por lo que se pueden tener los pies fríos
La llegada del invierno trae consigo los días gélidos por la bajada de temperaturas, lo que provoca de manera frecuente, tener los pies fríos. Pero hemos de tener presente, que esa sensación de tener los pies helados puede tener otras causas más allá de la estación del año en la que se encuentren.
Motivos por lo que se pueden tener los pies fríos
Tener la sensación de tener los pies fríos puede ser debido a varias razones, más allá de la puramente ambiental. Por ello los profesionales de Podología Elena García en Granada aconsejan a sus pacientes acudir a un experto cuando esta sintomatología se mantiene a lo largo de las semanas, puesto que podría haber detrás un problema mayor como los que se detallan a continuación.
Falta de movilidad
Cuando se está durante mucho tiempo parado sin realizar grandes movimientos en los pies, disminuye la activación muscular, lo que produce una reducción de la circulación sanguínea y por lo tanto disminuye el calor que se encuentra de manera natural en esa zona.
Problemas de circulación
Una de las funciones que tiene la sangre es la de mantener caliente el cuerpo gracias a su circulación constante. Cuando esta funciona de manera correcta, la sangre llegará a la planta de los pies y los dedos ayudando a regular la temperatura de la zona. Pero cuando el riego sanguíneo no funciona correctamente, provoca que la zona más afectada sean los pies. En este caso se podrá observar una coloración inadecuada, con tonalidad rojo amoratado tipo cianótica, siendo un claro indicador de este problema.
Problemas neurológicos
Otra de las causas que puede provocar un excesivo enfriamiento de los pies es un problema ligado al ámbito neurológico. La sensibilidad de los pies es la que se encarga de transmitir las órdenes al sistema circulatorio para que aumente el flujo sanguíneo y se calienten los pies. Si el problema es neurológico esta orden no será ni recibida ni registrada por lo tanto los pies seguirán fríos y tendremos que poner remedio por otras vías.
Vestimenta mal elegida
Es necesario adecuar nuestros calcetines y zapatos a la época del año en la que nos encontremos. Lo ideal es utilizar calzado y calcetines de buena calidad durante el invierno, que abriguen el pie a la vez que permite la transpiración, lo que evitará la humedad y una mejor regulación de la temperatura. Por este motivo muchos suelen decir que el mejor lugar para invertir nuestro presupuesto en ropa debe ser en los pies.
Excesiva sudoración
El sudor cuando va acompañado de una mala transpiración, crea humedad lo que provoca enfriamiento sobre todo durante los meses de invierno.
Lesiones que puede aparecer por los pies fríos
Debido a este padecimiento crónico, es frecuente que los pacientes acudan a la consulta con ciertos problemas que se detallan a continuación:
Congelación
Aparece lo que se denomina dermatosis extrema, en este caso no existe vasoconstricción sino una isquemia lo que quiere decir que ya no existe riego sanguíneo en la zona, dejándola con un aspecto negro que es lo que se conoce como necrosis. Cuando se está en este punto el tratamiento suele ser agresivo a menos que el daño este en un estado inicial. La necrosis no solo afecta a los pies, sino que puede darse en las manos, las orejas, la nariz o las mejillas.
Aparición de sabañones o perniosis
Esta es una lesión dérmica es muy común, suelen aparecer de manera simétrica y es causada por una vasoconstricción arterial y venosa local con exceso de humedad. Ese aspecto es rojo con tendencia al violeta, suelen ser muy dolorosas y aunque no son difíciles de tratar, su recuperación es lenta.
Pie de trinchera
Aunque tiene un nombre curioso, posee su explicación. Esta patología comenzó a describirse tras la Primera Guerra Mundial. El frío y la humedad que había en las trincheras, unido al tiempo que los soldados debían permanecer en ellas con las botas muy apretadas puestas propiciaba cortes de circulación provocando que la piel se macerase. Esto llegó a provocar que muchos perdieran dedos debido a la gangrenación de los mismos.
Acrocianosis y eritrocianosis
Ambas son dermatitis por la sensibilidad al frío que se produce por la dilatación del plexo venoso, lo que hace que la piel esté fría al tacto. Es una afección bastante grave que mal tratada, puede provocar la aparición de úlceras.