¿Qué es el heloma y cómo descubrirlo?
El heloma aparece por la formación de capas de queratina en las articulaciones interfalángicas, en la planta o en las zonas de la falange se ha producido una compresión o roce. Lo que ayuda a su nacimiento es la presión externa del calzado estrecho; de hecho, los especialistas pueden hacer una pequeña diferenciación entre aquellos que nacen en la zona plantar, y los que salen entre los dedos (que son algo más húmedos)
Esta afección es conocida popularmente como “callos”, helomas plantares u “ojo de gallo”. Los helomas son una patología muy frecuente en los pies. Muchas personas pueden confundirlas con las durezas, pero, a diferencia de estas, los helomas se forman hacia capas más interiores del pie, algo que no ocurre con las durezas.
Pocas personas suelen reconocerlos, ya que, como se ha comentado en el párrafo anterior, suelen confundirse con las durezas.
Síntomas del heloma
A continuación se analizan algunos síntomas que surgen cuando algún heloma aparece en el pie:
- La forma que adquiere es redondeada.
- Adquiere una coloración más oscura con bordes bien definidos.
- Suelen estar cubiertas de células muertas y descamadas de color amarillento que son durezas, de ahí que en ocasiones se confundan con ellas.
- Suelen ser dolorosas y bastante molestas, aunque dependerá de la zona y de la profundidad del heloma.
¿Cómo clasificarlos?
Existen varios tipos de helomas según la zona del pie donde aparecen. Su origen puede deberse a la fricción que se da entre la piel y el calzado y otros por la presión entre los huesos de los dedos.
Clavo plantar o heloma plantar
Este se localiza en la planta del pie y suele generar dolor al roce o al caminar, ya que da la sensación de pisar un clavo con cada paso, como si algo caliente como una piedrecita se hubiera metido en el zapato.
Heloma dorsal
Se sitúa en la parte superior de los dedos debido a la fricción que sufren con el calzado. Es habitual que se dé en personas que sufren patologías como dedos en garra, martillo o maza, pues se origina mucho roce debido a la malformación que se presenta.
Heloma interdigital u ojo de gallo
En este caso, la fricción y presión se produce por el roce de los huesos de los dedos. Esta lesión es más frecuente que se dé entre el cuarto y el quinto dedo, pudiendo ser muy incómoda, ya que es muy difícil de aliviar dada la posición.
Heloma de fondo de saco
Se produce en la parte blanda que une dos dedos del pie. Es muy doloroso, ya que al ser una zona muy blanda, donde se produce sudoración, la molestia y la curación son mayores. Se suele producir con frecuencia entre el cuarto y el quinto dedo.
Causas que producen la aparición de los helomas
Los motivos por los cuales se producen los helomas pueden ser muy variados, por ello los profesionales de Podología Elena García Granada apuestan por explicar todas sus variantes:
- Incorrecta forma de pisar: cada persona reparte el peso del cuerpo y apoya los pies de una forma diferente. Una mala pisada que no ha sido corregida puede ocasionar lesiones como callos, durezas y helomas que aparecerán en los mismos puntos.
- Falta de hidratación: hidratar la piel de los pies con cremas específicas será clave para prevenir muchos males, entre ellos el heloma. Acude a un profesional y pídele ayuda para elegir una crema óptima para los pies.
- Calzado y calcetines: los zapatos que oprimen las puntas de los dedos de los pies provocarán una mayor fricción en la zona a cada paso que se dé, lo que puede ocasionar grandes males. Para ello, hay que evitar las puntas estrechas y los zapatos de tacón alto (aquí enlazamos un post de por qué son malos los zapatos de tacón). Los calcetines son una barrera protectora entre la piel y el calzado, pero hay que ponérselo correctamente para que no produzcan males mayores.
- Otras causas: los pies que ya poseen otras patologías como juanetes, dedos en garra y demás son propensos a padecer de helomas.
Si tienes alguno de estos síntomas, acude a los profesionales de la clínica Elena García, ellos te podrán ayudar a aliviarlos y podrán asesorarte para que no vuelvan a salir o su aparición se dilate en el tiempo.