¿Qué son las verrugas plantares?
Las verrugas plantares podrían definirse simplemente como bultos pequeños que aparecen en los pies. El peso del cuerpo al caminar, es el que provoca que las verrugas plantares comiencen a crecer hacia dentro, bajo una capa gruesa y dura de la piel. Las verrugas plantares están provocadas por el famoso virus del papiloma humano.
El virus accede al cuerpo a través de algún pequeño corte o grieta de la piel en la parte inferior del pie. Por lo general, la mayoría de verrugas plantares no conlleva un problema grave de salud e incluso algunas pueden llegar a desaparecer solas con el paso del tiempo. Sin embargo, siempre es necesario realizar un diagnóstico y seguir las indicaciones de un profesional como los de Podología Elena García en Granada para evitar su expansión.
Sintomatología y preocupación por las verrugas plantares
Los signos o síntomas que muestra la aparición de la verruga plantar serían los siguientes:
- Aparecerá un crecimiento carnoso, áspero y rugoso en la parte inferior del pie, más común en la zona de los dedos, en el antepié o el talón.
- La piel tiende a ponerse dura y engrosada sobre una zona en particular. Ahí la verruga irá creciendo hacia dentro.
- Aparición de puntitos negros que son conocidos por el sobrenombre de “semillas de verruga”, pero que en realidad son pequeños vasitos sanguíneos coagulados.
- Se puede apreciar una lesión que pasa por las líneas y los surcos normales del pie.
- Es habitual que las verrugas duelan, sobre todo al caminar o durante el tiempo que se pase de pie.
Muchos pacientes dudan si este tipo de lesión o patología debe ser revisada o tratada por un profesional. Por ello, a continuación se elaborará una guía sobre cuándo es necesario acudir a consulta:
- Cuando la lesión sangra, duele mucho, cambia de aspecto y de color rápidamente.
- Cuando después del tratamiento la verruga persiste, se multiplica o vuelve a aparecer al poco tiempo.
- Cuando afecta de manera negativa a las actividades diarias.
- Cuando se padece otra enfermedad, como es la diabetes, que afecta de por sí de manera negativa a los pies, o cuando en estos se cuenta con poca sensibilidad.
- Cuando se consume una medicación muy fuerte, como puede ser la del SIDA o el VIH, lo que implicaría que se tiene el sistema inmunitario muy dañado.
- Cuando no se está seguro de qué lesión se está padeciendo.
Lo habitual es que, al primer indicio de que algo extraño aparece en los pies, haya que acudir a un podólogo para diagnosticar el problema y recibir el tratamiento pertinente.
Causas de la aparición de la verruga plantar
La infección por VPH en la capa más superficial de la piel del pie es la que provoca la aparición de verrugas plantares. Estas se desarrollan cuando el virus pasa al cuerpo a través de grietas o cortes. Es decir, se cuela a través de zonas débiles del cuerpo.
El VPH es muy común y existen más de 100 tipos, pero solo algunos causan verrugas visuales en los pies. Otros provocan verrugas en otras zonas del cuerpo, como en las membranas mucosas; estas pueden llegar a ser mucho más graves y deben ser tratadas rápidamente.
Cada sistema inmunitario responde de una manera diferente ante la presencia del VPH: no todas las personas que entran en contacto con él contraen verrugas. Por suerte, la cepa que causa VPH en los pies no es excesivamente contagiosa; esto quiere decir que el virus no se transmite fácilmente por contacto directo de persona a persona. Lo que sí ocurre es que prolifera en ambientes húmedos y cálidos, como piscinas o gimnasios, por lo que en estos espacios es más sencillo adquirirlo.
El riesgo de contraerlo aumenta cuando se reúne una serie de circunstancias o acciones:
- En niños y adolescentes (por ir frecuentemente descalzos y compartir material).
- En personas que tienen un sistema inmune muy debilitado.
- En personas que han padecido anteriormente verrugas plantares.
- En personas que trabajan en zonas de alta exposición y acostumbran caminar descalzos en gimnasios, piscinas, vestuarios, etc.
Cuando las verrugas producen dolor, las personas alteran la postura de la marcha sin darse cuenta para aliviar la zona, lo cual puede provocar otros problemas aún más graves.