Podología y fisioterapia geriátrica
Llegados a cierta edad, el deterioro físico es notable, el proceso del envejecimiento produce una serie de desgastes que provocan malestar en los ciudadanos. Conforme va pasando el tiempo, el organismo va cambiando y la movilidad de la persona se va reduciendo. Por ello, en este artículo se explicará en qué consiste la fisioterapia geriátrica, que juega un papel muy importante dentro de la salud de las personas mayores.
La fisioterapia geriátrica es una disciplina o especialidad que está dentro de la fisioterapia y que tiene como propósito tratar las patologías que se producen a consecuencia de la edad.
Esta especialidad no se ocupa solo de la rehabilitación, sino que es una disciplina que se focaliza sobre todo en la prevención. Su fin es trabajar con personas mayores para prevenir o retrasar la aparición de otras dolencias, lesiones o problemas más serios. La salud de las personas que están en su tercera edad suele ser más delicada; por ello, se pretende ofrecer a los pacientes una mayor calidad de vida.
Envejecer de manera saludable gracias a la fisioterapia geriátrica
Como ya hemos comentado desde Podología Elena García en Granada, la podología tiene como objetivo garantizar la salud de los pies, y más en el ámbito de las personas mayores. Para conseguir este objetivo, se debe realizar un estudio muy preciso y exhaustivo de cada paciente.
Durante el estudio el profesional debe tener en cuenta una serie de factores importantes para posteriormente marcar los objetivos:
- Valorar el estado físico de los pacientes.
- Observar detenidamente las lesiones o las patologías previas que pueden tener los usuarios.
- Los objetivos deben ser realistas, pues el paciente tendría que alcanzarlos en un corto periodo de tiempo.
- Los tratamientos deben adaptarse a las necesidades y circunstancias de cada uno.
Son varios aspectos los que deben tenerse en cuenta y deben valorarse, cada paciente presenta diferente patología, las más comunes son:
Patologías invalidantes
Las patologías invalidantes son aquellas que producen algún grado de invalidez o minusvalía, como por ejemplo la que produce un ictus, que en ocasiones genera en el paciente algún tipo de hemiplejia.
Patologías no invalidantes
Cuando se habla de manifestaciones no invalidantes, se hace referencia a aquellas patologías que de manera temporal han provocado una pérdida de movilidad o autonomía en el paciente.
En estos casos, la figura del fisioterapeuta es clave, pues ayudará a la persona a recuperar la movilidad y poder ganar independencia.
Enfermedades degenerativas
En este caso, son enfermedades que desencadenan la pérdida de movilidad de manera paulatina, pues se trata de un problema crónico. Aquí se puede englobar la artrosis; enfermedad que deteriora y reduce la movilidad de articulaciones y extremidades en los pacientes, lo que a la vez les causa mucha molestia y dolor.
Sea cual sea la enfermedad o el deterioro que se padezca, la fisioterapia geriátrica será la gran aliada para recuperar la salud, sobre todo en extremidades como los pies.
En muchas ocasiones los podólogos y los fisioterapeutas trabajan de la mano para devolverle la salud a esta zona, pues es la más perjudicada.
Los podólogos trabajan para diagnosticar y tratar aquellas enfermedades y daños que se producen en esta zona y en sus aledaños.
Una vez que la afección es tratada y el daño está en remisión, es ocasión de colaborar con otra rama para poder devolverle el pleno estado de salud a esa zona.
Beneficios del trabajo en equipo
A continuación, se enumeran los beneficios de aunar podología geriátrica con fisioterapia geriátrica:
- Mejora la movilidad física del paciente en todos los ámbitos.
- Disminuyen los riesgos que provoca la inactividad del paciente.
- Con la actividad, la ausencia de dolor y el movimiento, se consigue que el paciente vaya articulando y ganando fuerza.
- Se mejora el control postural.
- Aumenta el equilibrio, lo que disminuye la probabilidad de caídas y, en consecuencia, también la de roturas de caderas, rodillas o pies. Lo que se traduce como un aumento de autonomía.
- En caso de dolores crónicos, ambos profesionales favorecerán la mejora del paciente.