Anatomía de los pies
La anatomía de los pies es muy curiosa, y aunque no existen dos iguales, es cierto que hay patrones que se repiten, por los cuales podemos clasificar los tipos de pies. La forma, las medidas, los dedos, la proporción y demás características hacen que el pie forme parte de un conjunto. Conseguir darles una categoría ayuda a trabajar las posibles patologías que puedan padecer en un futuro.
En este artículo intentaremos ofrecer una mirada curiosa sobre los diferentes tipos de pies que existen y cómo se categorizan. Las variables que podemos encontrar son médicas y anatómicas, y veremos algunas formas de los pies que provocan que ciertas personas puedan desarrollar algún tipo de problema que habrá que solventar en consulta.
Tipos de pies
A continuación detallaremos los tipos de pies que hay en función de sus variedades:
Variedades anatómicas
La fórmula digital o longitud de los dedos, que veremos a continuación, es necesario evaluarla para conseguir su tratamiento. Las variedades anatómicas no cuentan con un gran aval científico; son más una curiosidad, algo a reseñar que vemos que se repite en muchas personas. Por ello no te lo tomes muy en serio:
Pie egipcio
Es el pie en el que los dedos forman una línea diagonal descendente sin que ninguno de ellos sobresalga por encima del dedo gordo. Es decir, el segundo dedo es más corto que el primero.
Se considera la morfología de pie más común, ya que al menos el 50 % de la población cuenta con él.
Pie griego
Es el pie en el cual el segundo dedo es más largo que el dedo gordo. Se calcula que un 13 % de la población lo tiene. Estas personas, dependiendo de la longitud de ese segundo dedo, pueden tener algunas dificultades podológicas.
Es importante elegir un buen calzado que no presione el dedo para que no se produzcan daños mayores. Como curiosidad, se denomina así a este pie porque en la escultura de la antigua Grecia ya se observa esta morfología en los dedos.
Pie romano o cuadrado
Es aquel en el que el dedo gordo y el segundo tienen la misma longitud. No es lo más habitual, y su característica es que es un pie más ancho de lo normal. Esto hace que sean personas de pies cuadrados y que necesiten un calzado con una horma más ancha que les permita ir cómodos, sin riesgo a lesionarse.
Variedades médicas
Las variedades médicas contienen una especial peculiaridad en comparación con las variedades anatómicas, y es que es muy probable que requieran de intervención podológica. Esto se debe a que algunas son consideradas deformaciones.
Pie plano
La bóveda plantar tiene poca altura y en algunos casos no tiene ninguna. Esto hace que el paciente que cuenta con este problema tenga toda la superficie de la planta del pie en contacto con el suelo. Esto puede producir dolor, incomodidad, daño en caderas y rodillas, tobillos, etc.
Pie cavo
El pie cavo es lo contrario al pie plano. En este caso la bóveda del pie cuenta con gran altura, lo que produce que las personas cuando están de pie tengan solo contacto con el suelo en antepié y talón
Pie normal
Se habla de pie normal cuando se considera que la bóveda plantar tiene una altura promedio. Es decir, no es demasiado alta ni demasiado baja; por lo tanto, no supone ningún problema al paciente. Esto ayuda a que la salud del pie sea mayor y a que no se produzca ningún daño en otras partes, como las rodillas, la cadera o la espalda.