Consejos podológicos para adultos
Los adultos suelen centrarse mucho en la salud de los más pequeños de la casa y poco en la suya propia. Por desgracia, esto solemos verlo mucho en la consulta de Podología Elena García en Granada, ya que acuden cuando el problema ya está agravado y cuesta más poder solucionarlo, algo que suele agobiar a los pacientes.
Lamentablemente, cuanto más mayores nos hacemos, más problemas podológicos tenemos y menos atención les prestamos. En nuestro país, alrededor del 70 % de los mayores de 65 años tiene algún problema en los pies. Si la podología es importante toda la vida, lo es aún más cuando se tiene cierta edad, pues se juntan diferentes enfermedades que pueden tener una repercusión negativa en los pies.
A medida que pasa el tiempo, los pies van acumulando el desgaste de haber soportado el peso de nuestro cuerpo, a lo que hay que sumar la actividad que se haya realizado, los caminos y sus irregularidades, etc. Además, debido a la edad, pueden presentarse otros problemas, como falta de equilibrio o de movimiento, que pueden provocar caídas, golpes o microimpactos, lo que acaba produciendo otros daños asociados a los ya posiblemente presentados.
Por ello, hay que ser constante y acudir a clínicas de podología como el Centro de Podología Elena García en Granada para llevar un mantenimiento a lo largo de la vida y evitar así posibles complicaciones en el futuro. Las enfermedades que pueden surgir por la edad son muchas y muy variadas: algunas pueden detectarse a simple vista; otras, por el contrario, solo podrán ser diagnosticadas en consulta.
Consejos podológicos para adultos
A continuación, detallaremos algunos de los consejos podológicos para adultos que son imprescindibles en la actualidad si lo que se desea es tener una buena salud en los pies. Son muy sencillos de llevar a cabo y, aunque estemos tratando el tema de la salubridad en adultos o mayores de 60, lo cierto es que cualquier persona podría y debería tenerlos en cuenta, desde niños a jóvenes.
Higiene diaria
Para evitar la aparición de bacterias u otros microorganismos, es necesario llevar una higiene diaria en los pies. Hay que lavarlos con productos adecuados y secarlos posteriormente de forma minuciosa.
Examen podal
Es aconsejable acudir periódicamente a una clínica para que nos realicen un examen de nuestros pies. Sobre todo, es importante realizarlo cuando se comienza a tener cierta movilidad reducida, pues pueden aparecer muchas deformidades y afecciones varias.
Uso de calzado adecuado u ortopédico
Siempre aconsejamos a nuestros pacientes que si van a comprar zapatos vayan por la tarde, cuando los pies ya han sufrido los estragos del día y se encuentran algo inflamados y doloridos. Esto es perfecto para elegir un calzado cómodo, ya que siempre buscaremos uno que no moleste en aquellas zonas que están más sensibles.
Es conveniente elegir una suela antideslizante y no demasiado gruesa, y como mucho un tacón de 2 o 3 centímetros para evitar posibles accidentes cuando se camine por la calle. También es aconsejable usar calcetines suaves y absorbentes, siendo el algodón el más recomendable.
Revisión de uñas
La revisión y el cuidado de las uñas es clave, pues es una zona donde aparecen de forma regular diferentes afecciones, como uñas encarnadas, rozaduras cerca de ellas, infecciones u hongos. Para evitar que se agraven, es mejor que se acuda a un podólogo para que sean cortadas y tratadas.
Evitar problemas circulatorios
La zona de los pies y el tobillo suele verse afectada por los problemas circulatorios, debido a que es la extremidad que más lejos se encuentra del cuerpo. Por ello, para evitar este tipo de problemas, lo mejor es llevar una alimentación sana y limpia, no consumir sal en grandes cantidades y, por supuesto, realizar actividades al menos suaves diariamente, ya sea pasear, montar en bici, etc.
Controlando los problemas de circulación, evitaremos males mayores en un futuro, como llagas o úlceras. Si estas llegan a aparecer, tratarlas es más complejo, lo que supondría una disminución en la calidad de vida del paciente durante mucho tiempo. Por este motivo, si se sufre por ejemplo diabetes, hay que estar muy pendiente de su aparición para poder tratarlas cuanto antes.