¿En qué consiste la sindactilia?
Existe un fenómeno bastante común, pero que pocas personas quieren mostrar: la sindactilia. Consiste en la fusión de dos o más dedos que se encuentran conectados entre sí. Es una deformidad congénita y puede aparecer tanto en los dedos de los pies como incluso en los de las manos, tanto bilateral como unilateralmente. Esta característica se produce por una ausencia de apoptosis, un proceso por el que el cuerpo se deshace de las células que son innecesarias en el desarrollo del feto durante el embarazo.
La sindactilia afecta aproximadamente a 1 de cada 2.500 bebés, y lo habitual es que se produzca entre el segundo y el tercer dedo. Los padres suelen preocuparse mucho, pero es algo inofensivo que no se reproduce, sino que se mantiene intacto a lo largo de la vida y desarrollo del menor.
Causas de la sindactilia
Durante el embarazo, la mano del bebé comienza a desarrollarse en forma de paleta. Alrededor de la cuarta semana, una enzima entra en acción para disolver el tejido que sobra de la formación de los dedos de los pies y las manos, lo cual genera que, a partir de la sexta semana, todos los dedos ya queden separados y diferenciados.
Por lo tanto, cualquier problema en la producción de esta enzima afecta a la disolución de los tejidos sobrantes, lo que tiene como consecuencia que no se realiza de manera correcta la separación de los dedos, lo cual aumenta la posibilidad de la formación de la sindactilia.
Muchos de los casos se producen sin una causa mayor, mientras que otros se deben a un defecto genético, a la exposición de sustancias tóxicas o a alguna anomalía que ocurre en el útero durante la gestación, como pueden ser las bandas amnióticas.
Es frecuente que entre un 10% – 40% por ciento de los casos se deban a una herencia familiar, ya que puede pasar de generación en generación. Esta forma de transmisión es autosómica dominante; es decir, afecta a hombres y mujeres por igual, y los hijos que tienen un padre con esta malformación tienen un 50 por ciento de probabilidad de heredarla.
Esta patología puede ser un evento aislado en el desarrollo de un bebé o estar asociada a un síndrome o enfermedad mayor, como por ejemplo el síndrome de Apert o de Poland. En estos casos, la preocupación es mayor y hay que tratar diferentes vías de manera simultánea.
Tipos de sindactilia
Desde Podología Elena García en Granada, aconsejamos siempre acudir a profesionales para tratar cualquier afección. En esta ocasión, clasificaremos los diferentes tipos de sindactilia que se conocen:
Sindactilia completa
Es la unión completa de dos o más dedos. Es decir, están cohesionados desde la punta hasta la base, la zona de la falange distal. A simple vista, es muy curioso, pues parece un dedo grande con dos uñas.
Sindactilia incompleta
Se manifiesta solo con la unión de los dedos de forma parcial; es decir, la cohesión comienza en la base, pero no llega a cerrarse en la punta. Esta es quizás de las más frecuentes y suele verse habitualmente.
Sindactilia simple
Solo están involucrados los tejidos blandos.
Sindactilia compleja
Además de los tejidos blandos, también hay unión en los huesos adyacentes. Esta opción se da en un menor porcentaje entre la población.
Tratamiento o posibles soluciones
Esta afección en los pies suele ser asintomática, es decir que no conlleva males ni enfermedades mayores. Con el tiempo, se vuelve incómodo a nivel estético, pero no supone ningún mal para la salud ni para la ejecución de otras tareas.
Aquella que se presente más compleja puede necesitar de intervención quirúrgica, que consiste en realizar una separación de cada dedo y reconstruir la piel circundante para que puedan tener flexibilidad y funcionalidad de manera independiente.
Como mencionamos en párrafos anteriores, los padres suelen preocuparse mucho ante esta afección, pues es muy clara a simple vista después del nacimiento. Pero lo cierto es que los niños con sindactilia pueden llevar una vida totalmente normal, sin ningún problema. En caso de querer tratarlo, hay que acudir a un profesional para que evalúe la situación.