La salud de los pies, en tela de juicio
El verano es una estación algo agitada, en la que se descansa pero a la misma vez parece que no se tiene tiempo disponible debido a los excesivos planes que se hacen a veces. Aunque es cierto que en verano se presta más atención a la estética de los pies, también es frecuente que la salud de los pies en general, sea algo descuidada.
Como siempre repetimos desde Podología Elena García en Granada, es bueno visitar al podólogo de manera regular, pues es la clave para identificar los problemas propios de estas extremidades y de su salud en general. Las vacaciones, el calor, la playa y la piscina pueden alterar la salud de los pies y dañarlos a medio y largo plazo. Los cambios que se producen en los pies puede deberse a diferentes respuestas que da el organismo ante daños que se van produciendo.
Es importante estar alerta y revisar los pies con regularidad, pues pueden aparecer señales que indiquen que está surgiendo algún daño que podría ir a mayores. Aunque existen problemas que solo un profesional puede percibir, también hay otros indicios que pueden percibirse a simple vista, y son motivo de estar pendientes para detectarlos a tiempo.
¿Qué podría denotar una falta de salud de los pies?
Con este artículo se pretende que cada usuario preste atención a aquellas señales que a continuación se nombraran, para que puedan acudir a un profesional para solventarlo:
Uñas descoloridas
Las uñas comienzan a perder ese tono naturalmente rosado para adquirir una tonalidad nada saludable. Son muchos los motivos que pueden provocar la pérdida de color, esta decoloración puede dar lugar a tonos amarillentos, negros, verdosos e incluso a un tono blanquecino. Las causas que se pueden percibir son:
- Hongos en las uñas
- Dificultades en la circulación sanguínea.
- Enfermedades crónicas y problemas hepáticos.
Hinchazón en los pies
Tener los pies hinchados puede deberse a diferentes causas como el calor, el sobrepeso o el haber sufrido algún traumatismo.
Sin embargo, si esta inflamación no remite con el paso del tiempo, es posible que exista un problema subyacente, como dificultades cardiacas y renales que son aquellas que afectan a la inflamación de los pies. De este modo si el problema persiste es necesario acudir a un profesional, para que sea este el que valore la situación.
Mal olor
Algo tan habitual como el mal olor de pies puede ser un primer aviso de un problema de salud mayor. Hay casos en los que a pesar de la buena higiene los pies desprenden un olor desagradable.
Las bacterias son las causantes de este mal olor y pueden aparecer debido a una mala alimentación, cambios en el metabolismo o procesos de ansiedad y estrés, o incluso alguna enfermedad como la diabetes. Si este problema no se solventa, es necesario que acudas a tu podólogo de confianza para poder darle una solución.
Tener los pies fríos crónicamente
Tener los pies fríos es común, dado que son las extremidades más alejadas del tronco, por lo que la sangre puede tener más dificultades a la hora de fluir. Pero si detectamos que la temperatura es extremadamente baja, sobre todo en invierno, puede ser que se tengan problemas en la circulación sanguínea, como exceso de colesterol o algún déficit vitamínico. En este caso, lo ideal es acudir al profesional y plantear una analítica para identificar posibles riesgos.
Fisuras o grietas en los pies
La sequedad de los pies puede dar lugar a grietas o fisuras que pueden ser muy dolorosas, lo que podría provocar que otras afecciones sí se infectaran. Uno de los motivos por los que puede aparecer es por falta de hierro o por tener diabetes. Pero lo que no se puede olvidar es una hidratación adecuada.