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Etiqueta: podología granada

Mitos sobre el cuidado de los pies

El cuidado de los pies es una parte importante de nuestra salud y bienestar general. Sin embargo, a lo largo del tiempo, han surgido numerosos mitos y creencias populares relacionados con el cuidado de los pies que pueden llevar a prácticas incorrectas o a la falta de atención adecuada.

En esta publicación, exploraremos algunos de los mitos y las creencias populares más comunes relacionados con el cuidado de los pies. Analizaremos críticamente estas ideas equivocadas y proporcionaremos información basada en evidencia para desmentirlas.

A medida que descubramos la verdad detrás de estos mitos, estaremos en mejor posición para comprender la importancia real del cuidado de los pies y adoptar prácticas efectivas que nos ayuden a mantener nuestros pies sanos y en óptimas condiciones.

Existen varias razones por las cuales a menudo prestamos poca atención al cuidado de los pies:

  • Falta de conocimiento: Muchas personas subestiman la importancia de los pies y desconocen la relación entre la salud de los pies y el bienestar general. No comprenden que los pies son una parte fundamental de nuestro sistema de locomoción y que su cuidado adecuado es esencial para mantenernos activos y saludables.
  • Visibilidad limitada: Los pies suelen estar cubiertos por calcetines y zapatos durante la mayor parte del día, lo que dificulta la identificación de problemas o la evaluación de su estado general. Esta falta de visibilidad puede hacer que pasemos por alto el cuidado de los pies hasta que surjan molestias o dolor.
  • Prioridades erróneas: En nuestra vida ocupada, a menudo nos centramos en atender otras necesidades de salud más visibles o urgentes. Los pies pueden parecer una preocupación menor en comparación con problemas más evidentes o de mayor gravedad, lo que da como resultado una atención insuficiente.
  • Estigma asociado: Algunas personas pueden sentir cierto estigma o vergüenza en relación con problemas podológicos como los hongos en las uñas, el mal olor o las callosidades. Esto puede llevar a que eviten buscar ayuda profesional o hablar abiertamente sobre sus preocupaciones.
  • Falta de tiempo: El cuidado adecuado de los pies requiere tiempo y esfuerzo. Algunas personas pueden sentir que no tienen el tiempo suficiente en su rutina diaria para dedicarlo al cuidado de los pies o considerarlo una prioridad.

Mitos sobre el cuidado de los pies

Los mitos y las creencias populares pueden influir en cómo percibimos la podología y el cuidado de los pies. Desmitificar estas ideas erróneas puede ayudarnos a obtener una comprensión más precisa de esta disciplina. Aquí tienes algunos mitos comunes sobre la podología y las realidades que los desmienten:

  • Mito: “Solo necesito ver a un podólogo si tengo dolor en los pies”.

Realidad: Si bien el dolor en los pies es un motivo común para visitar a un podólogo, no es el único. Los podólogos también pueden ayudar con problemas de piel, uñas, biomecánica y afecciones crónicas como la diabetes. Incluso si no sientes dolor, es recomendable realizar visitas periódicas para el cuidado preventivo.

  • Mito: “Cortar las uñas de los pies es algo que puedo hacer yo mismo”.

Realidad: Si bien es cierto que muchas personas pueden cortarse las uñas de los pies sin problemas, es importante hacerlo correctamente para evitar lesiones o infecciones. Un podólogo puede recortar las uñas de manera segura, especialmente si tienes uñas gruesas, curvadas o propensas a encarnarse.

  • Mito: “Si tengo pies planos, no hay nada que pueda hacer al respecto”.

Realidad: Aunque los pies planos pueden ser una condición hereditaria y no se pueden cambiar, un podólogo puede evaluar la situación y recomendar tratamientos para aliviar el dolor o prevenir problemas adicionales. Los dispositivos ortopédicos personalizados, ejercicios específicos y cambios en el calzado pueden brindar soporte y mejorar la función del pie.

  • Mito: “Usar zapatos apretados ayuda a mantener los pies en forma”.

Realidad: Utilizar zapatos apretados no es beneficioso para la salud de los pies. De hecho, puede causar deformidades, callosidades y limitar la circulación sanguínea. Es crucial elegir zapatos que se ajusten correctamente, brinden suficiente espacio para los dedos y ofrezcan un buen soporte.

  • Mito: “Los tratamientos de pedicura son solo para fines estéticos”.

Realidad: Los tratamientos de pedicura no solo son una forma de embellecer los pies, sino también una oportunidad para el cuidado y la prevención de problemas podológicos. Un podólogo puede realizar una pedicura médica que incluya la eliminación segura de callosidades, la atención a uñas encarnadas y el diagnóstico de posibles afecciones.

  • Mito: “Los hongos en las uñas son solo un problema cosmético”.

Realidad: Los hongos en las uñas no solo afectan la apariencia, sino que también pueden causar dolor, incomodidad y propagarse a otras áreas. Un podólogo puede ofrecer tratamientos efectivos para combatir las infecciones fúngicas y ayudar a prevenir su recurrencia.

  • Mito: “Los problemas en los pies son solo parte del envejecimiento y no se pueden evitar”.

Realidad: Si bien es cierto que algunas afecciones en los pies pueden estar asociadas con el envejecimiento, muchas de ellas pueden prevenirse o tratarse de manera efectiva con el cuidado adecuado.

 

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Cómo se forma el hallux rigidus

El hallux rigidus es una afección médica que afecta la articulación del dedo gordo del pie, también conocida como articulación metatarsofalángica. Se caracteriza por la rigidez y la limitación del movimiento en esta articulación, lo que puede causar dolor y dificultad para caminar o realizar actividades que requieren flexión del dedo gordo.

Las causas del hallux rigidus pueden variar pero generalmente se deben a la degeneración del cartílago en la articulación debido al desgaste crónico, el envejecimiento, lesiones o deformidades estructurales del pie. También puede estar asociado con enfermedades como la artritis reumatoide o la gota.

Cómo se forma el hallux rigidus

El hallux rigidus se produce principalmente debido a la degeneración del cartílago en la articulación metatarsofalángica del dedo gordo del pie. Esta degeneración puede ocurrir debido a varias razones, entre las que se incluyen:

  1. Desgaste crónico: El uso excesivo y repetitivo de la articulación del dedo gordo del pie, como en actividades deportivas de alto impacto o profesiones que requieren movimientos repetitivos del pie, puede causar desgaste gradual del cartílago.
  2. Traumatismo: Lesiones agudas o traumas en la articulación pueden dañar el cartílago y provocar el desarrollo de hallux rigidus. Estos traumatismos pueden incluir fracturas, esguinces o luxaciones.
  3. Anomalías estructurales del pie: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar hallux rigidus debido a la estructura anormal de su pie. Por ejemplo, una articulación metatarsofalángica anormalmente prominente o una predisposición a la osteoartritis pueden aumentar el riesgo.
  4. Enfermedades articulares: Condiciones como la artritis reumatoide, la gota y otras formas de artritis inflamatoria pueden contribuir al desarrollo de hallux rigidus.

A medida que el cartílago se degenera, los huesos subyacentes pueden rozar entre sí, lo que provoca la formación de crecimientos óseos llamados osteofitos o «espolones». Estos osteofitos pueden limitar aún más el movimiento de la articulación, causando rigidez y dolor.

Síntomas del hallux rigidus

Los síntomas del hallux rigidus pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen los siguientes:

  1. Dolor: Este es uno de los síntomas más comunes del hallux rigidus. Puede ser leve al principio y aumentar gradualmente a medida que la condición progresa. El dolor suele ser localizado en la base del dedo gordo del pie, en la articulación metatarsofalángica.
  2. Rigidez: La rigidez es otro síntoma característico del hallux rigidus. La articulación del dedo gordo del pie puede volverse rígida y limitar el rango de movimiento. Al principio, la rigidez puede ser más evidente después de períodos de inactividad, como al despertar por la mañana o después de un período prolongado de estar sentado.
  3. Dificultad para caminar: A medida que el hallux rigidus progresa, la rigidez y el dolor pueden dificultar la capacidad para caminar correctamente. Puede haber dificultad para empujar el pie desde los dedos al caminar, lo que puede alterar la marcha y provocar cojera.
  4. Hinchazón e inflamación: En algunos casos, la articulación puede hincharse y volverse sensible al tacto. Esto suele estar asociado con la presencia de inflamación en la articulación.
  5. Limitación de actividades: El hallux rigidus puede afectar la capacidad para participar en actividades físicas que requieren flexión del dedo gordo del pie, como correr, saltar o agacharse. La limitación de estas actividades puede tener un impacto en la calidad de vida y en la capacidad para realizar actividades diarias normales.

Tratamiento hallux rigidus

En cuanto al tratamiento del hallux rigidus, existen varias opciones disponibles y la elección depende de la gravedad de los síntomas y la progresión de la enfermedad. Algunas opciones de tratamiento comunes son:

  1. Medicamentos: Los analgésicos de venta libre como el paracetamol o los antiinflamatorios no esteroides (AINE) pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación asociada al hallux rigidus. En casos más graves, se pueden recetar medicamentos más fuertes o inyecciones de corticosteroides para el alivio del dolor.
  2. Terapia física: Los ejercicios de fisioterapia y estiramientos específicos pueden ayudar a mantener la flexibilidad y fortalecer los músculos y ligamentos alrededor de la articulación afectada.
  3. Ortesis: El uso de plantillas ortopédicas, soportes o calzado especializado puede proporcionar apoyo adicional al pie y reducir la presión sobre la articulación afectada.
  4. Infiltraciones de ácido hialurónico: Se pueden administrar inyecciones de ácido hialurónico en la articulación para lubricarla y mejorar la movilidad.
  5. Cirugía: En casos graves en los que otros tratamientos no han tenido éxito, la cirugía puede ser considerada. Hay diferentes opciones quirúrgicas que van desde procedimientos mínimamente invasivos hasta la fusión articular o incluso la sustitución total de la articulación.

 

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Cómo tratar la psoriasis en los pies

La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de parches de piel enrojecida y escamosa que a menudo causan picazón y dolor. Estos parches aparecen en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en el cuero cabelludo, los codos, las rodillas y la parte inferior de la espalda.

Esta patología suele aparecer cuando el sistema inmunitario del cuerpo envía señales incorrectas que hacen que las células de la piel crezcan demasiado rápido. En una persona sana, las células de la piel se renuevan cada 28-30 días, pero en una persona con psoriasis, este proceso se acelera y las células de la piel se renuevan cada 3-4 días. Este crecimiento acelerado de las células de la piel provoca la formación de parches rojos y escamosos en la piel. Obviamente, no es una enfermedad contagiosa, pero tampoco se puede curar, aunque sí tiene varios tratamientos que ayudan a reducir los síntomas y controlar la enfermedad.

La psoriasis también afecta a los pies

Aunque los pies no suelen estar entre las zonas más usuales donde se desarrolla la psoriasis, es cierto que hay personas que lo padecen. Por desgracia, es una zona muy incómoda, pues suele estar tapada y recibe pocas atenciones.

Sintomatología

Los síntomas de la psoriasis en los pies pueden variar dependiendo de la gravedad y extensión de la enfermedad, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  1. Parches rojos y escamosos: estos parches pueden aparecer en cualquier parte del pie, incluyendo la planta, los talones, los dedos y los costados del pie.
  2. Descamación: la piel afectada por la psoriasis en los pies se puede escapar y desprenderse, lo que puede provocar picazón y dolor.
  3. Dolor: algunos pacientes con psoriasis en los pies pueden experimentar dolor, especialmente si la piel está muy agrietada o inflamada.
  4. Fisuras en la piel: la piel afectada por la psoriasis en los pies puede agrietarse y formar fisuras, lo que puede hacer que caminar o estar de pie sea doloroso.
  5. Engrosamiento de las uñas: en algunos casos, la psoriasis en los pies puede causar engrosamiento y decoloración de las uñas de los pies.

Es importante destacar que esta enfermedad en los pies puede ser difícil de tratar debido a la humedad y el calor que se encuentran en esta área del cuerpo. Por lo tanto, es relevante trabajar con un especialista como los que hay en nuestra clínica de Podología Elena García en Granada, especialista en piel para determinar el mejor tratamiento para su caso específico.

Tratamiento para la psoriasis

Los tratamientos para la psoriasis en los pies pueden variar dependiendo de la gravedad y extensión de la enfermedad, pero algunos de los tratamientos más comunes incluyen:

  1. Cremas y ungüentos tópicos: los corticosteroides y otros medicamentos tópicos pueden ser útiles para reducir la inflamación, la picazón y la descamación en los pies afectados por la psoriasis.
  2. Fototerapia: la exposición a la luz ultravioleta puede ayudar a reducir la inflamación y la descamación en la piel afectada por la psoriasis. La fototerapia se puede realizar en un consultorio médico o en casa con un dispositivo de fototerapia recetado.
  3. Medicamentos sistémicos: en casos graves de psoriasis en los pies, se pueden recetar medicamentos sistémicos, como metotrexato o ciclosporina, para reducir la inflamación y mejorar los síntomas.
  4. Baños de sales Epsom: sumergir los pies en agua tibia con sales Epsom puede ayudar a reducir la inflamación y la picazón asociadas con la psoriasis en los pies.
  5. Mantener los pies secos y limpios: mantener los pies limpios y secos es importante para prevenir la infección en la piel agrietada y reducir la inflamación. Se recomienda usar zapatos transpirables y calcetines de algodón para mantener los pies secos.

 

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Cómo cuidar los pies para poder hacer senderismo

Cuidar los pies para poder hacer senderismo sin sufrir daños es muy importante, dado que la montaña es un territorio complejo. Cuando se trata de ir a la montaña, los pies son la principal herramienta y deben tener un mantenimiento adecuado para salir sanos y salvos de la travesía. Aunque pienses que el sendero que vas a realizar es sencillo, la montaña puede ser un poco traicionera, de ahí que tomar todas las precauciones es importante.

Cuando paseamos por la montaña los pies son los que más sufren debido a la multitud de impactos y peso que soportan. Durante estos paseos lidiar con dolores o heridas en los pies no es buena señal, pues se hará insoportable el paseo. Por ello es primordial cuidar los pies antes de empezar el camino, pues será la única forma de prevenir daños.

Cómo cuidar los pies para poder hacer senderismo

A continuación daremos una serie de consejos para poder cuidar los pies antes de comenzar a hacer senderismo. Tanto si eres un habitual de este deporte como un aficionado, necesitarás llevar a cabo una rutina para poder mantener sano los pies en la montaña.

Preparar los pies previo a salir

Prevenir antes que curar es la clave, por ello es importante llevar una correcta higiene y unos cuidados apropiados en los pies para que no salgan heridas. Lavarse con agua templada y jabón, y después secarlos de manera minuciosa por todas partes para evitar la aparición de hongos.

Una vez que los pies estén bien secos, podrás aplicar una fina capa de vaselina en aquellas zonas que son problemáticas. Están son en las que suelen aparecer ampollas o rozaduras como los talones o los laterales de los dedos. Ten siempre las uñas bien cortadas.. Si no sabes hacerlo acude a tu podólogo de confianza como los que encontrarás en nuestra clínica de podología Elena García en Granada.

Una forma de prevenir la aparición de ampollas es tener los pies siempre bien hidratados, así evitaremos la fricción. Deben ser cremas específicas y de esta forma también detectaremos si tenemos alguna dureza para ir a tratarla y eliminarla lo mejor posible.

Calcetines específicos

La elección correcta de calcetines será clave para poder cuidar tus pies de forma correcta durante la caminata. Los calcetines se deben adaptar bien al pie, sin que hagan pliegues, ni queden grandes ni pequeños. Hay calcetines técnicos de telas sintéticas que ayudan a transpirar y no se acumule la humedad.

Calzado adecuado al terreno

En función de la actividad que vamos a realizar y de cómo sea el terreno deberemos escoger un tipo u otro de calzado. La salud de tus pies y de tu tobillo dependerá de llevar zapatillas o botas. Acude a tiendas específicas y pregunta a los profesionales si tienes dudas, pero de nada sirve que lleves los pies muy bien hidratados si luego llevas zapatillas de runner para subir una montaña escarpada.

Sobre todo nunca vayas a la montaña con zapatos nuevos, es mejor que las hayas usado previamente para poder adaptarlo a tus pies. Llévalas a excursiones cortas o a paseos cerca de casa, de esta forma evitarás pasar un mal rato durante la escapada, pues no hay nada que haga más daño que calzado nuevo.

Atiende al dolor

Las rozaduras pueden convertirse en una hería mucho mayor si no se les presta especial atención. Párate durante el camino, cúrate la herida con un pequeño kit que debes llevar siempre a mano. Busca una forma de modificar el calcetín o el zapato para poder continuar la marcha sin sufrir males mayores.

Lleva repuestos

Siempre debes tener en la mochila unos calcetines de repuesto para poder cambiarlos cuando los pies están húmedos, rotos o te estén lastimando. No supone esfuerzo y podría salvarte de una mala experiencia durante la actividad.

Prepara un kit de primeros auxilios

Como hemos comentado en párrafos anteriores, llevar siempre con uno mismo un pequeño botiquín con las herramientas necesarias para poder curar una herida. Gasas, vendas, apósitos, desinfectante, tijeras, etc. Todo esto nos ayudará a solventar cualquier problemática, ya sea propia o de algún compañero de aventura.

 

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Cómo afecta fumar tabaco a los pies

Somos conscientes desde hace ya varias décadas que fumar es una adicción muy dañina para la salud, pero que por desgracia está muy extendida. El tabaco no solo afecta a la salud de los pulmones, sino también de otros órganos y partes del cuerpo. De hecho, es uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedades crónico y alteraciones. En esta ocasión, vamos a hablar de cómo el tabaco afecta a los pies de manera muy negativa.

En ocasiones, en nuestra consulta de Podología Elena García en Granada, vemos cómo algunos problemas o enfermedades de los pies se ven agravados porque el paciente es fumador. De ahí, que siempre recomendamos en consulta a nuestros pacientes que intenten dejar de fumar,

El tabaco es muy adictivo y puede ser perjudicial para la salud. Es la principal causa evitable de enfermedad y muerte en todo el mundo y es responsable de una amplia variedad de enfermedades graves, como enfermedad cardíaca, cáncer y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La nicotina es una droga presente en el tabaco y es la principal razón por la cual fumar es adictivo. La nicotina es una sustancia química que estimula el cerebro y puede proporcionar una sensación temporal de relajación y placer. Sin embargo, a medida que el cuerpo se acostumbra a tener nicotina, se vuelve cada vez más dependiente de ella para funcionar normalmente.

 

Cómo afecta fumar tabaco a los pies

Como hemos comentado, fumar tabaco puede afectar la salud de los pies de varias formas:

  • Aumenta el riesgo de enfermedad vascular periférica (PVD): fumar puede dañar las arterias y aumentar el riesgo de enfermedad vascular periférica, una afección que puede llevar a dolor en las piernas y problemas de circulación.
  • Al dañar a las arterias reduce el flujo sanguíneo, a los pies llega menos sangre, lo que retrasa la curación de heridas y aumenta  el riesgo de infecciones.
  • Aumenta el riesgo de úlceras. 
  • Puede afectar la sensibilidad en los pies:la perdida de riego sanguíneo puede llegar a dañar los nervios de los pies, lo que puede afectar la sensibilidad y dificultar la detección de lesiones o problemas.

Fumar tabaco es perjudicial para la salud en general y puede aumentar el riesgo de muchas enfermedades graves, como enfermedad cardíaca y cáncer. Si fuma, es importante tratar de dejar de fumar para mejorar su salud y la de sus pies.

Qué es un heloma nicotínico

Un heloma nicotínico es un tipo de crecimiento de tejido duro y endurecido que se desarrolla en la piel como resultado del uso prolongado de tabaco. Los helomas nicotínicos suelen aparecer en la planta de los pies, aunque algunas veces aparece en los dedos. Son más comunes en personas que fuman cigarros, pero también pueden aparecer en personas que chupan tabaco.

Es una acumulación de sustancias químicas tóxicas del tabaco en la piel y a medida que se acumulan estas sustancias, la piel se endurece y se vuelve más gruesa, lo que puede llevar a la formación de un crecimiento de tejido duro. Los helomas nicotínicos suelen ser dolorosos y pueden ser difíciles de tratar, especialmente si no se deja de fumar.

Es crucial dejar de fumar y evitar la utilización de productos de tabaco. Si ya tiene un heloma nicotínico, es necesario hablar con un profesional para obtener tratamiento y consejos sobre cómo manejar el crecimiento de tejido duro. Es la única forma de tratarlo, pues por sí solo no desaparecerá y mucho menos si se sigue consumiendo tabaco.

 

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Características de un buen calzado de seguridad

La protección de los pies durante las horas de trabajo es primordial, pues se suelen pasar muchas horas expuesto a los diferentes factores. En este caso hablaremos de los usuarios que deben llevar botas de seguridad en sus puestos para proteger los pies de los impactos o cortes que se puedan producir. Existen diferentes modelos en el mercado y deben adquirirse en lugares específicos donde está este tipo de zapatos.

Características de un buen calzado de seguridad

A continuación enumeraremos una serie de características que debe reunir un buen calzado de seguridad:

Aislantes del agua

Es muy importante que este calzado sea resistente e impermeable al agua, dado que es probable que los trabajadores entren en contacto con superficies mojadas. Son zapatos que están elaborados con material aislante, no solo para que el trabajador mantenga sus pies secos durante las largas jornadas, sino para evitar descargas eléctricas si ocurriese algún accidente.

Puntera de protección

La puntera de este tipo de calzado es rígida para proteger los dedos de los pies de los golpes o impactos. Es una de las partes del cuerpo más delicada y expuesta, por eso es muy fácil que ante un accidente los dedos sean los primeros que se dañen.

Calzado ergonómico

Por suerte este tipo de calzado ha mejorado mucho con el paso de los años y ya son más ergonómicos y cómodos. Antiguamente, eran muy rígidos y hacían daño a los trabajadores, pero actualmente se fabrican con materiales y plantillas que permiten pasar muchas horas de trabajo con ellos sin lastimar.

Resistentes

El calzado de trabajo debe ser de larga duración, pues es una inversión importante que se hace y por ello se espera que dure años. Busca tiendas de calidad donde puedas comprarlo y te garanticen que los materiales que utilizan son buenos para tus pies.

Aislantes del frío y calor

Los ambientes donde se trabaja con temperaturas extremas son también un riesgo para la salud. Por ello este tipo de zapato debe servir de barrera, así se evitarán problemas.

Ligeros

Es importante que este calzado no pese mucho, puesto que un calzado pesado acarrea problemas de pisada y fatiga muscular.

No escatimes ni subestimes este calzado porque podría salvarte la vida, por ello invierte o exige en el puesto de trabajo que sean usados de manera obligatoria. Además, al ser duraderos aguantarán a tu lado muchos años, por ello elige uno que cumpla todas las funciones que nombramos anteriormente.

Problemas que da en los pies el calzado de seguridad

Aun así, este tipo de calzado puede ocasionar una serie de problemas en nuestros pies:

  • Al soportar mucho tiempo con ellos puestos, esta bota puede generar dolor en la zona del tobillo.
  • No suelen ser muy transpirables, por lo que el exceso de sudoración podría ocasionar la aparición de algún tipo de hongo.
  • Al llevar un refuerzo en la puntera suele ser botas algo rígidas que puede provocar daños en las uñas, como hematomas u onicocriptosis o problemas con los dedos.
  • Esta rigidez también puede afectar de forma negativa a la movilidad del pie y tobillo, produciendo tendinitis o daños ante una posible caída.

Como poder prevenirlo

  • Hay que elegir un calzado que sea lo menos pesado posible dentro de este tipo de zapatos.
  • Al volver del trabajo es necesario airearlos y desinfectarlos cerca de una fuente de corriente de aire natural, como podría ser la ventana.
  • A la hora de elegir este tipo de botas busca aquellas que permitan más movilidad en la zona del tobillo.
  • Acude a revisiones podológicas frecuentes, ya sea para cortar las uñas y evitar daños, como para tratar de forma temprana todas las afecciones que pueden surgir.

Como siempre, desde nuestra clínica de Podología estamos a vuestra disposición para tratar sobre este tema. Además, recomendamos crear unas plantillas personalizadas, de esta forma aliviaremos a los pies durante las largas horas de trabajo.

 

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Ventajas de la ecografía en podología

Los avances médicos son cada vez mayores, y nosotros siempre intentamos ofrecer lo más eficiente a nuestros pacientes. La ecografía es una técnica o herramienta utilizada para el diagnóstico, pues nos permite ver a través de la piel, obteniendo imágenes a tiempo real de los tejidos y de las zonas blandas. En podología se emplea para ver múltiples patologías: fascia plantar, artrosis, síndrome del seno del tarso, neuromas o gangliones, entre otras.

Las ecografías las conocemos todos, pues en algún momento nos han tenido que hacer alguna para diagnosticar algo. Es una prueba nada invasiva con la que se pueden conseguir diagnósticos tempranos de afecciones, lo que ayuda a la prevención. Son todo ventajas, de ahí su empleo.

Ventajas de la ecografía en podología

A continuación detallaremos las ventajas que supone poder trabajar la podología a través de esta técnica:

Sin efectos secundarios

Se trata de un método no invasivo que no produce ningún efecto negativo en la piel ni el cuerpo del paciente. A diferencia de las radiologías, la eco no emite radiación, por lo que no existen contraindicaciones en su utilización. Esto quiere decir que las embarazadas pueden usarla sin miedo alguno.

Económica

Es una prueba asequible a cualquier bolsillo.Es  una prueba por la que los profesionales están dispuestos a usarlo para determinar una afección en la consulta.

Infiltración ecoguiadas

Son aquellas cirugías que se realizan con la ayuda de un ecógrafo, lo que permite hacer infiltraciones más certeras, sin ir a ciegas. Gracias al ecógrafo, se pueden realizar estas infiltraciones con alta precisión sin necesidad de que sean excesivamente aparatosas.

Para poder realizarlas, se necesita lo siguiente:

  • Habilidad del profesional con el ecógrafo.
  • Planificación de la infiltración.
  • Asepsia.
  • Personal y equipo aptos para la situación.

Pruebas en tiempo real

En pruebas de diagnóstico se puede evaluar la problemática en tiempo real junto con el paciente. La imagen que se obtiene es dinámica y se pueden buscar afecciones a la vez que se va evaluando de forma oral al paciente.

Además, se puede hacer seguimiento de la evolución de una lesión, pues gracias al ecógrafo podremos ver si va sanando poco a poco o si, por el contrario, hay que realizar alguna otra intervención.

Usos habituales del ecógrafo

  • Revisiones de intervenciones.
  • Realización de infiltraciones.
  • Terapias biológicas.
  • Extracción de cuerpos extraños: clavos, astillas, etc.
  • Liberación del túnel tarsiano.
  • Tratamiento de neuronas.
  • Tratamiento de gangliones.

Como se ha podido observar, esta herramienta es muy útil dentro de nuestro sector, pues poder elaborar diagnósticos in situ sobre los daños nos ahorra tiempo de reacción, el cual podremos invertir en reparar el daño para que la recuperación sea mejor y más rápida.

La prevención en nuestro campo es la clave, ya que muchas de las afecciones podrían solucionarse a tiempo si consiguiéramos que nuestros pacientes llevaran una salud de sus pies más al día. Uno de los errores más frecuentes que cometen es el de no acudir a un profesional a tiempo cuando han sufrido un daño. Esto produce a largo plazo un mal mayor que cuesta encauzar una vez que los tenemos en la clínica.

Gracias a las ecografías, podemos hacer diagnósticos rápidos y sobre la marcha, agilizando todo el proceso y evitando dolor y sufrimiento. No es lo mismo tener que mandar al paciente a casa a la espera de una radiografía o de una resonancia que intentar solucionarlo todo en la primera cita. Si estás en esta situación, acude a tu profesional de confianza y solventa el daño lo antes posible. Con las ecografías obtendrá imágenes precisas de tu lesión y podrá curarla de manera efectiva.

En podología Elena García, contamos con ecógrafo y profesionales preparados para ello.

 

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Cómo cuidar tus pies en verano

Aunque el buen tiempo se está haciendo de rogar, poco a poco vamos quitándonos capas de ropa y de calzado para dejar nuestra piel al aire. Una de las aficiones más habituales con la llegada del buen tiempo es ir a la playa; el sol, la arena, el agua, todos son elementos que pueden dañar nuestros pies si no tenemos cuidado. Por eso, daremos algunos consejos para cuidar tus pies en verano.

Con la efusividad de los días festivos, no solemos tomar las medidas pertinentes para conservar la salud de los pies. Las horas pasan volando y la necesidad de exprimir el tiempo al máximo hace que descuidemos ciertos temas que podrían suponer el fin de las vacaciones. Desde Podología Elena García en Granada, no pretendemos asustar a ninguno de nuestros usuarios, pero sí ponerles en aviso. De esta forma, serán conscientes de los peligros del verano que podrían atacar la salud de sus pies.

Si eres de los que ya están preparando las vacaciones de verano o alguna escapada de fin de semana a las costas españolas, este post te interesará. La salud es lo primero: sin ella no podríamos disfrutar de las vacaciones, y al final habríamos tirado el dinero por la borda.

Cómo cuidar tus pies en verano

Los peligros que nos podemos encontrar durante nuestras escapadas en los días de calor son los siguientes:

Las quemaduras de pies

Los pies son los eternos olvidados a la hora de repartir protección solar por el cuerpo. Es muy habitual que nuestros pacientes se quemen los pies el primer día de playa y los consecutivos. Esto se debe a que no han echado crema en ellos o no la han ido reponiendo a lo largo de la jornada de sol.

Los pies no están habituados a la exposición solar directa, pues la mayor parte del año van muy cubiertos de manera constante. Por ello, una vez que salen al exterior, es muy habitual que se quemen. Para evitar esto, es necesario aplicar crema solar desde el primer día que sacamos los pies a pasear libres. La luz UV puede causar daños en la piel, sobre todo si esta es muy blanca y lleva mucho tiempo sin ser expuesta a la claridad.

Obviamente, no podemos olvidarnos de echarnos crema en los pies por todas las partes, en empeine y planta, los días de playa. Para que no se quede el pie muy humectado, procura extenderla bien una media hora antes de salir hacia la playa. Luego, a lo largo del día, podemos echarnos una crema en formato spray, así será más cómodo.

Sabemos que muchas personas lo dejan pasar por lo engorroso que es untarse crema solar con arena. Por eso es buena idea tener un bote de spray solo para usarlo en los pies cuando haya que reponerla.

Esguinces por chanclas

El calzado que más se usa durante el verano son las chanclas piscineras. Este tipo de zapato no es bueno, dado que no proporciona ningún tipo de sujeción al pie ni agarre. Debido a ello, los resbalones y los esguinces son muy comunes en estas fechas.

Más allá de los perímetros de la piscina, este tipo de chanclas no deben utilizarse para pasear por la calle, conducir ni mucho menos montar en bici o patinete. Aunque hay chanclas con un estilo y diseño un poco más funcional, lo cierto es que no sirven para el día a día, por mucho calor que haya. En la piscina sí son útiles, pues, al ser fáciles de poner, nos evitamos apoyar los pies sobre suelos húmedos en los que puede haber hongos.

Medusas o erizos de mar

El mar es complejo, y en él podemos encontrar una amplia variedad de animales poco compatibles con la salud en nuestros pies. Las reacciones alérgicas o las intoxicaciones que pueden generar los erizos de mar o las medusas en nuestra piel son muy diversas. Si sospechas que esto te ha podido pasar, acude rápidamente al punto médico o podologo de la zona; mientras antes se trate, mejores resultados tendrás.

Piedras

Si vas a zonas de playa en las que hay más rocas y piedras que arena, es necesario llevar un calzado adecuado antideslizante, como por ejemplo unas cangrejeras. Esto servirá para no cortarnos los pies con las superficies afiladas.

 

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Consejos para tener un pie sano

A lo largo de este blog hemos repetido en muchas ocasiones que los pies son una de las zonas del cuerpo que menos atenciones reciben, pero que más trabajo y presión padecen a lo largo del día. Esto supone un deterioro significativo en su bienestar con el paso de los años, pues acaban desviándose, hiriéndose y dañándose de varias maneras. Para evitar esta situación, habría que llevar a cabo una serie de acciones, unas de mayor y otras de menor intensidad.

Las recomendaciones para cuidar los pies varían en función de si tenemos o no un pie sano. No es lo mismo un pie que sufre de gota que uno que tiene las uñas encarnadas. Ambas afecciones son muy comunes en nuestra consulta de Podología Elena García en Granada, pero requieren de diferentes tratamientos.

Si tienes dudas acerca de cómo tratar tus pies, consulta con un profesional de confianza. Él sabrá darte los consejos apropiados en función de tu tipo de pie. A continuación detallaremos algunas recomendaciones generales que pueden llevarse a cabo para ganar calidad de vida.

Consejos para tener un pie sano

Debido a la función que desempeñan, los pies deben recibir cuidados y atenciones para que sigan siendo funcionales. Recomendamos lo siguiente:

Usa calzado con amortiguación

Los hombres suelen usar calzado excesivamente plano; las mujeres, por el contrario, con excesivo tacón. Cuando esto se utiliza durante muchas horas al día, casi todos los días de la semana, acaba por provocar complicaciones. Es mejor utilizarlos en contadas ocasiones, pues suelen ser muy duros y poco acolchados. Lo mejor es utilizar de manera habitual zapatos más ergonómicos.

No uses chanclas como zapatos

En verano muchas personas tienen la costumbre de usar las chanclas piscineras como si fueran zapatos para la calle. Es una malísima idea, ya que suelen ser productos de mala calidad, muy finos, que pierden la forma fácilmente y que cuentan con cero capacidad de amortiguación. Todo eso junto acaba provocando tendinitis o fascitis plantar.

La solución es fácil: deja este calzado para los ratos de piscina y para el resto del día elige un zapato ergonómico, cómodo, bien amortiguado y con sujeción en el tobillo o empeine.

No uses zapatos desgastados

Los zapatos o zapatillas tienen una vida útil; cuando esta llega a su fin, deben ser reemplazados. El calzado se desgasta y se deforma con el uso, algo que no es beneficioso para nuestros pies, pues se acaban “viciando” a la manera que han adquirido. Cuando esto pasa es necesario conseguir otros.

Mantenimiento de uñas

Hay gente que peca de no cortarlas nunca, y otras de cortarlas en exceso. Las uñas deben cortarse a la altura del borde, pues hacerlo de más es la principal causa de que se encarnen. Hay que llevar un correcto mantenimiento para evitar daños, infecciones, heridas y otros sustos por los que habitualmente se acaba en consulta. Si no sabes hacerlo bien, acude a tu podólogo de confianza y él te guiará en el proceso.

Los calcetines no valen para todo

Cada calcetín tiene una función, ya sea por su forma o material. Durante los meses de calor o cuando se hace deporte, es importante usar calcetines transpirables y cuyas costuras no provoquen rozaduras.

Seca entre los dedos de los pies

Es habitual que al salir de la ducha los dedos de los pies no sean secados, pues están muy lejos de las manos. Cuando esto ocurre, acaban dentro del calzado o de los calcetines, aún húmedos, lo cual aumenta la posibilidad de que se creen infecciones y aparezcan hongos. 

Estira después del ejercicio

Muchas veces salimos a correr, vamos al gimnasio, terminamos rutinas y después estiramos. El problema es que no solemos estirar correctamente el pie y el tobillo, lo que produce una sobrecarga que puede degenerar en algo peor, como fascitis plantar. Hay que prestar la misma atención a todas las partes del cuerpo para que no sufran serios problemas.

Ve al podólogo

Si tienes daños, dolores o dudas, acude a un podólogo. No te autodiagnostiques ni te automediques. Los problemas no se solucionarán comprándote una crema o una plantilla en la farmacia, pues eso te puede provocar más daños que soluciones.

 

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Causas de riesgo de padecer sesamoiditis

Cada vez existe más concienciación sobre la salud, lo que conlleva una búsqueda de las mejores formas de poder conservarla. Una de ellas es practicar algún deporte o actividad física; el problema viene cuando se realiza de forma inadecuada, porque podría producirse una lesión sobre todo en los pies, pues es la zona a la que menos atención solemos prestarle. Una lesión, que suele aparecer en personas que realizan alguna actividad deportiva es la sesamoiditis.

Aunque es un nombre algo peculiar, la sesamoiditis es un dolor que se genera alrededor de los dos huesos pequeños que se encuentran bajo la cabeza del 1° metatarsiano, en la zona donde se une al dedo gordo. La sintomatología más normal es el dolor que causa cuando se ampolla esta zona, algo que sucede mucho con cierto tipo de calzado o actividad.

Los huesos que forman los dedos, y por los que se origina el dolor, son imprescindibles cuando se realiza alguna actividad deportiva, es decir, entran en acción siempre. Una de sus funciones es la de proteger y conservar el tendón del flexor para dar apoyo al dedo gordo en el suelo durante la marcha. La otra función de los huesos sesamoideos es la de mejorar el punto de apoyo del pie en el momento que se despega del suelo.

Por lo tanto, se puede observar que la principal función de los huesos sesamoideos es la de soportar las cargas del antepié durante la marcha. Es una responsabilidad muy grande para unos huesos tan pequeños, por lo cual es importante prestarles la suficiente atención.

Causas de riesgo de padecer sesamoiditis

Suelen padecer este tipo de lesión las personas que realizan una actividad física intensa o moderada, sobre todo si son de alto impacto, como correr, jugar al baloncesto, bailar, etc. Las razones que también pueden producir este daño son las siguientes:

  • Realizar algún deporte de manera intensiva por primera vez. Es normal que, cuando se hace algo de manera intensa, pueda aparecer este dolor.
  • Si se recibe algún golpe o se produce algún traumatismo en la zona.
  • Si los músculos del gemelo se encuentran acortados, puede aparecer esta lesión.
  • El calzado es fundamental: si las suelas de los zapatos que usamos, ya sean de calle o zapatillas de deportes, están desgastadas, puede que se acabe sufriendo de sesamoiditis. Esto se debe a que la presión sobre las estructuras anatómicas del pie no estarán amortiguadas.
  • Si la persona presenta el antepie varo, también es propensa a padecer sesamoiditis, ya que apoya de más el dedo gordo del pie.
  • Los zapatos de tacón no son aconsejables: las mujeres que los usan de forma habitual tienen cierta predisposición a generar este dolor.
  • Aumenta el riesgo al padecer alguna enfermedad reumática: artritis o diabetes.

Sintomatología de la sesamoiditis

Los síntomas pueden variar, aunque el más común es la molestia y el dolor que produce, lo cual disminuye la calidad de vida del enfermo. Los síntomas más comunes son los siguientes:

  • El más normal y llamativo es el dolor que aparece en la parte delantera del pie. Es una molestia que aparece y gradualmente se va intensificando hasta llegar a ser invalidante.
  • Puede llegar a inflamarse la zona de la articulación del dedo gordo del pie.
  • La piel de la zona también puede verse alterada: suele enrojecerse, algo que puede apreciarse a simple vista.
  • El dolor ya no solo aparece cuando se realiza algún deporte, sino que al presionar la zona también puede apreciarse significativamente.
  • Es frecuente que los pacientes con esta patología, que tratamos en Podología Elena García, en Granada, también suelen sufrir de durezas o hiperqueratosis debajo de la cabeza del primer metatarsiano.
  • Cambiar de calzado frecuentemente, dado que en la zona donde se padece esta patología es donde más se va a desgastar.

Tratamientos

Lo primero es acudir a tu podólogo de confianza al notar el más mínimo dolor en la zona. Una vez en la consulta, evaluaremos el problema y sabremos en qué grado de afección estás y qué tipo de tratamiento será el más oportuno para tu dolencia.

 

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