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Etiqueta: Por qué duele tanto un golpe en el dedo chico del pie

Consejos para tratar las uñas encarnadas en bebés

Las uñas de los pies son zonas muy sensibles, que pueden causar serios problemas si no se atienden correctamente cuando la situación lo requiere. La uña es una estructura formada principalmente por queratina y calcio, en constante crecimiento, cuya principal función es la de proteger, es una barrera natural de las terminaciones nerviosas pero a veces, da lugar a malformaciones que provocan un malestar prevenible.

Existen una serie de curiosidades que deben tenerse en cuenta, para saber tratarlas con el detalle que merecen:

  • Las uñas crecen una media de 0,1 milímetro diario aproximadamente. Obviamente, esta evolución varía en función de la edad, de la persona, el dedo en el que se encuentre, la estación del año y otros factores.
  • La media de tiempo que tarda una uña en regenerarse es entre 12 y 18 meses.
  • Un corte mal realizado en las uñas puede provocar lo que se conoce popularmente como uña encarnada.
  • Las uñas encarnadas no solo se producen por un mal corte, existen otras variables.

Uno de los casos más delicados de uñas encarnadas son aquellas que se producen en bebés, debido a que pueden detectarse de manera más tardía y además en esta ocasión las uñas de los pies suelen ser muy finas y delicadas. Existen personas que nacen con las uñas del dedo más cortas de lo normal, lo que hace que no se cubra el lecho totalmente. Debido a ello las uñas se encarnan en la parte distal y pueden provocar una pequeña infección eventualmente.

Como detectar una uña encarnada

Los pequeños tienen mucha facilidad a la hora de sufrir una encarnación de las uñas. Esto se debe a la escasa dureza pues pueden doblarse con extrema facilidad y crecer hacia la cutícula. Para detectar las uñas encarnadas en bebés hay que hacer un reconocimiento por todas ellas y fijarse en los siguientes puntos:

  • Hay que controlar el crecimiento correcto de las uñas y verificar periódicamente que las puntas no crezcan hacia las cutículas.
  • La mayoría de las encarnaciones se producen en el dedo gordo, por lo que esa una zona en la que poner especial atención. En los dedos de las menos es menos común, pero es cierto que en bebés puede producirse por la maleabilidad de sus uñas.
  • Si hay inflamación o la piel se vuelve rojiza y tersa es necesario acudir a un profesional para remediarlo cuanto antes.
  • En caso de que la uña crezca hacia abajo, puede causar dolor, supuración y por lo tanto infección. Llévalo a un profesional y controla la temperatura del bebé, pues es probable que dada una infección, se inicie un proceso febril.

Los adultos se hacen consciente de sus dolencias, pero los bebés no avisan de qué es lo que les molesta, con precisión, por ello es necesario hacerles revisiones para controlar de manera eficaz este tema y no se produzcan daños mayores.

Consejos para tratar las uñas encarnadas en bebés

Las uñas encarnadas o encarnadas son un problema común en la infancia y ocasionalmente provocan la sintomatología que hemos mencionado anteriormente. Por ello, el centro de Podología Elena García de Granada, comparte algunos consejos para tratar esta afección en las uñas de los más pequeños.

  • Remojar los pies en agua tibia con jabón un par de veces al día.
  • Aplicar povidona yodada o clorexhidina 2 o 3 veces al día
  • A veces es necesario utilizar antibiótico, suele ser encrema. 
  • Acudir a su Podologo de confianza. 
  • Para evitar que se produzca este daño en las uñas en el futuro, se recomienda que sean cortadas m de manera que las esquinas queden fuera de los canales de la uña.

La prevención es la cuestión principal para la salud, por ello en este caso prevenir que esto no suceda es el mejor remedio. Lo mejor para evitar este padecimiento y sus posibles complicaciones es cortar las uñas con regularidad y cerciorarse de que las puntas no se claven en las cutículas. En ocasiones un particular no sabe realizar este corte por ello aconsejamos acudir a un profesional para que enseñe o ayude a realizar este proceso, sobre todo en bebés o personas mayores, que son más delicados y podría afectar negativamente el corte si no está bien realizado.

 

Patologías que se solventan con cirugía podológica

Quizás muchos no saben que los podólogos también hacen tratamientos quirúrgicos. Los principios de la cirugía podológica hacen referencia a la intención de corregir la deformidad del pie. Se trata de eliminar lesiones y tratar de restaurar su anatomía y funcionalidad. De este modo, se disminuyen los dolores que suele ocasionar.

Como ya hemos comentado con anterioridad desde Podología Elena García en Granada, los pies son una parte fundamental en el funcionamiento del cuerpo, por lo que necesitan una atención completa y muy concreta. La labor de los podólogos es averiguar la causa que origina los problemas y determinar el tratamiento que será más adecuado. Entre estos tratamientos, se encuentra la opción quirúrgica, que suele plantearse tras haber agotado un amplio abanico de posibilidades.

Existen diferentes tipos de intervención: unas pueden ser más invasivas que otras, pues dependerá del problema que haya que resolver. Es importante dejarse guiar por los profesionales en la materia, dado que son los responsables de solucionar cualquier problema o dolor de la mejor forma posible.

Patologías que se solventan con cirugía podológica

En este artículo se pretende aclarar cuáles son las diferentes patologías que los podólogos resuelven de forma quirúrgica.

Cirugía ungueal

Dependiendo del tipo de afección de la uña, pueden darse dos formas de cirugía: matricectomías totales o parciales. Entre las patologías ungueales también se destacan: uñas encarnadas, hipertrofia de los rodetes, uñas engrosadas o distróficas.

En todos estos casos, el problema puede agravarse si el paciente pospone la consulta. Por lo tanto, si notas que tus uñas no están bien, te duelen o se infectan, acude a tu podólogo de confianza.

Cirugía de zonas blandas

Consiste en la extirpación o tratamiento de lesiones dérmicas o alteraciones en las estructuras anatómicas, siempre con la posterior reparación de los tejidos dañados. Las principales patologías que suelen englobarse dentro de esta cirugía son: verrugas, fibromas, quistes, periungueales, tumores glómicos, queloides, nevus, alargamiento de tendones o neuromas, entre otras.

Cirugía de dedos

Esta cirugía permite corregir o reducir las siguientes patologías: dedos en garra, en maza o clinodactilias. Estas patologías cuando se combierten en muy dolorosa solo pueden solventarse de manera quirúrgica y no hacerlo supone que el paciente deberá vivir con molestias y dolores siempre, ya que nunca se corrigen ni desaparecen.

Cirugía metatarsal

Dentro de este grupo se encuentran todo tipo de deformidades que produzcan metatarsalgias, metatarsianos dorsiflexionados o plantarflexionados, metatarsianos largos o cortos y procesos degenerativos. Es habitual que estas patologías causen callosidades y helomas que nacen de manera muy dolorosa en la planta del pie. Su origen suele ser un problema biomecánico, y a veces la única solución es realizar una cirugia.

Operaciones en deformidades del primer radio: juanete

Se realiza cuando aparece rigidez o desviaciones en cualquier plano del 1 dedo. Los podólogos son verdaderos expertos en la cirugía de juanete, dado que su aparición es muy habitual, sobre todo en mujeres, debido a utilizar calzado poco adecuado para la salud del pie. Si no sabes si usas los zapatos correctos o si crees que te está apareciendo un juanete, acude a tu podólogo para que lo revise lo antes posible. Mejorará el proceso en el que se encuentra, y te ahorraras problemas posteriores. 

Cirugía de quinto radio: juanete de sastre

Se lleva a cabo cuando el hueso o el tejido blando de la zona lateral de la quinta articulación produce una prominencia sintomática, hipertrófica o irritación.

Cirugía de exostosis

Existen diferentes exostosis:  síndrome de Haglund, espolones calcáneos entre otros. A veces es necesaria la cirugía para solucionar problemas. 

Los pies son más delicados de lo que parece, y el maltrato diario al que son sometidos puede acarrear serios problemas de salud. Por ello, es bueno prestarles la debida atención y analizar si está  apareciendo una afección de las mencionadas anteriormente. Cuanto antes se ataje el problema, antes se podrá solucionarlo, puesto que una atención tardía puede provocar una degeneración compleja de tratar para cualquier profesional.

¿Por qué el niño anda raro?

Una de las preocupaciones más frecuentes de los padres durante el desarrollo del niño es la forma que tiene a la hora de caminar. Muchas madres y padres se dan cuenta de que sus hijos “andan hacia dentro”, a otros les duele el talón al caminar o se tropiezan con mucha frecuencia. Cuando el niño “anda raro”, puede ser causado por algún motivo o alguna alteración, es por ello que debe ser atendido lo antes posible por un especialista. Por suerte, la mayoría de los casos son patologías que tienen solución, ya que son detectadas a edades tempranas.

En Podología Elena García en Granada atendemos muchos casos de este estilo, y siempre realizamos los estudios o las derivaciones pertinentes en función del diagnóstico que pueden tener.

¿Por qué el niño anda raro?

Mientras antes se detecte esta patología, más “sencilla” o efectiva podrá ser la recuperación o mejora. Pues cualquier tratamiento que se aplique durante la etapa infantil tiene muchas más garantías de éxito. Esto se debe a que sus pies se encuentran en plena fase de crecimiento, por ello, los tratamientos que se apliquen logran corregir y prevenir posibles dolencias cuando sus pies y todo su sistema articular está “nuevo”.

Los motivos por los que esto se produce pueden ser varios, algunos de mayor gravedad que otros. Caminar con la punta de los pies hacia dentro hace referencia al acto de meter las puntas hacia dentro al caminar o al estar de pie. La causa puede estar en la cadera, la tibia o el pie.

Caminar con las puntas hacia dentro o hacia fuera es algo frecuente en los menores y puede formar parte de su desarrollo psicomotor natural. En ocasiones, los padres se alertan y consideran que puede ser algo patológico, de hecho es uno de los motivos por los que más frecuentemente los padres acuden a un podólogo o un traumatólogo. No obstante, en la mayoría de los casos no precisan tratamiento y solo es necesario observar cómo evoluciona.

Por el contrario, también existen casos más graves por los que se da esta situación, y son los siguientes:

Caderas anteversión femoral

La anteversión femoral es la causa más frecuente de caminar con los pies hacia dentro en los niños de entre tres y ocho años. Esto se debe a una rotación de la parte superior del fémur y forma parte del desarrollo normal de la cadera.

El problema es que en ocasiones se acentúa porque los niños tienen la costumbre de sentarse con las piernas en W o de rodillas. Es poco habitual que precise tratamiento médico, aunque antiguamente sí que se aplicaban otros métodos como plantillas o zapatos especiales. Hoy en día se ha demostrado que con el desarrollo y la maduración esto se corrige solo, es cuestión de tiempo y de corregir algunas posturas.

Tibia: torsión tibial

La torsión tibial es la causa más frecuente de caminar con los pies hacia dentro en aquellos niños que están comenzando a caminar, entre los dieciocho y los cuarenta meses. El problema aquí es que la tibia se encuentra levemente girada hacia dentro como parte de su proceso normal.

Pies metatarso adducto

Este problema se produce desde el nacimiento hasta los dos años de edad. En este caso, el pie está girado y tiene forma “arriñonada”. Si el pie es flexible y se puede manipular con suavidad hasta su posición correcta, quiere decir que no precisa un tratamiento agresivo. Por el contrario, si el pie está rígido, es posible que el médico recomiende diferentes tratamientos basados en los estiramientos y en ocasiones el uso de alguna ortesis.

Datos para tener en cuenta por la tranquilidad de los padres

  • Caminar con los pies hacia dentro y hacia fuera puede ser normal y formar parte del desarrollo del niño.
  • No es un factor que afecte a las habilidades que tendrá el menor para caminar.
  • Hay niños que les cuesta mantener el equilibrio, por ello caerse forma parte del proceso de aprender a caminar y no es causado por caminar con los pies hacia dentro o hacia fuera.
  • Menos del 1 % de las alteraciones torsionales que afectan al fémur y tibia persisten en la edad adulta, por lo que la necesidad de realizar un tratamiento quirúrgico es excepcional.

¿Qué es el heloma y cómo descubrirlo?

El heloma aparece por la formación de capas de queratina en las articulaciones interfalángicas, en la planta o en las zonas de la falange se ha producido una compresión o roce. Lo que ayuda a su nacimiento es la presión externa del calzado estrecho; de hecho, los especialistas pueden hacer una pequeña diferenciación entre aquellos que nacen en la zona plantar, y los que salen entre los dedos (que son algo más húmedos) 

Esta afección es conocida popularmente como “callos”, helomas plantares u “ojo de gallo”. Los helomas son una patología muy frecuente en los pies. Muchas personas pueden confundirlas con las durezas, pero, a diferencia de estas, los helomas se forman hacia capas más interiores del pie, algo que no ocurre con las durezas.

Pocas personas suelen reconocerlos, ya que, como se ha comentado en el párrafo anterior, suelen confundirse con las durezas. 

Síntomas del heloma

A continuación se analizan algunos síntomas que surgen cuando algún heloma aparece en el pie:

  • La forma que adquiere es redondeada.
  • Adquiere una coloración más oscura con bordes bien definidos.
  • Suelen estar cubiertas de células muertas y descamadas de color amarillento que son durezas, de ahí que en ocasiones se confundan con ellas.
  • Suelen ser dolorosas y bastante molestas, aunque dependerá de la zona y de la profundidad del heloma.

¿Cómo clasificarlos?

Existen varios tipos de helomas según la zona del pie donde aparecen. Su origen puede deberse a la fricción que se da entre la piel y el calzado y otros por la presión entre los huesos de los dedos.

Clavo plantar o heloma plantar

Este se localiza en la planta del pie y suele generar dolor al roce o al caminar, ya que da la sensación de pisar un clavo con cada paso, como si algo caliente como una piedrecita se hubiera metido en el zapato.

Heloma dorsal

Se sitúa en la parte superior de los dedos debido a la fricción que sufren con el calzado. Es habitual que se dé en personas que sufren patologías como dedos en garra, martillo o maza, pues se origina mucho roce debido a la malformación que se presenta.

Heloma interdigital u ojo de gallo

En este caso, la fricción y presión se produce por el roce de los huesos de los dedos. Esta lesión es más frecuente que se dé entre el cuarto y el quinto dedo, pudiendo ser muy incómoda, ya que es muy difícil de aliviar dada la posición.

Heloma de fondo de saco

Se produce en la parte blanda que une dos dedos del pie. Es muy doloroso, ya que al ser una zona muy blanda, donde se produce sudoración, la molestia y la curación son mayores. Se suele producir con frecuencia entre el cuarto y el quinto dedo.

Causas que producen la aparición de los helomas

Los motivos por los cuales se producen los helomas pueden ser muy variados, por ello los profesionales de Podología Elena García Granada apuestan por explicar todas sus variantes:

  • Incorrecta forma de pisar: cada persona reparte el peso del cuerpo y apoya los pies de una forma diferente. Una mala pisada que no ha sido corregida puede ocasionar lesiones como callos, durezas y helomas que aparecerán en los mismos puntos.
  • Falta de hidratación: hidratar la piel de los pies con cremas específicas será clave para prevenir muchos males, entre ellos el heloma. Acude a un profesional y pídele ayuda para elegir una crema óptima para los pies.
  • Calzado y calcetines: los zapatos que oprimen las puntas de los dedos de los pies provocarán una mayor fricción en la zona a cada paso que se dé, lo que puede ocasionar grandes males. Para ello, hay que evitar las puntas estrechas y los zapatos de tacón alto (aquí enlazamos un post de por qué son malos los zapatos de tacón). Los calcetines son una barrera protectora entre la piel y el calzado, pero hay que ponérselo correctamente para que no produzcan males mayores.
  • Otras causas: los pies que ya poseen otras patologías como juanetes, dedos en garra y demás son propensos a padecer de helomas.

Si tienes alguno de estos síntomas, acude a los profesionales de la clínica Elena García, ellos te  podrán ayudar  a aliviarlos y podrán asesorarte para que no vuelvan a salir o su aparición se dilate en el tiempo. 

Por qué duele tanto un golpe en el dedo chico del pie

Qué habitual es ir descalzo por casa, caminar de un lado a otro sin preocupaciones, hasta que llegue ese momento en el que el dedo pequeño del pie choca contra una esquina de un mueble, de una puerta o de la pata de la mesa. Es en ese momento cuando se recuerda el por qué no nos hemos puesto zapatillas. Ese dolor tan repentino es casi insoportable, y siempre deja la sensación de si se habrá roto algo.

Es un dolor muy agudo, más que si se chocara otro dedo del pie. Esto puede ser incomprensible para muchos, que se preguntan por qué ese dedo es tan molesto, por qué el dolor es tan profundo y significativo. Hay que entender que según la zona del cuerpo el dolor es diferente, por ello en este artículo se pretende analizar el por qué un golpe en el dedo chico del pie supone tanta molestia.

Por qué duele tanto un golpe en el dedo chico del pie

Los profesionales de Podología Elena Gracia en Granada explican a sus pacientes las causas de por qué este dolor puede ser tan intenso y molesto.

Por la sorpresa

Una de las principales causas que provoca que el dolor sea tan intenso es que estos golpes suelen ser fortuitos e inesperados, suelen coger por sorpresa a todos y en muchas ocasiones en mitad de la noche y a oscuras. Nadie es consciente, todo el mundo cree que puede esquivar ese mueble, que sabe exactamente donde está, por ello al recibir el golpe la intensidad y la frustración es mayor.

Terminaciones nerviosas

A un nivel mucho más científico, la principal causa de esta intensidad se debe a la estructura anatómica y a las terminaciones nerviosas que presenta el dedo pequeño del pie. Hay muchos receptores nerviosos superficiales en ese pequeño lugar, lo que provoca que al producirse el golpe la señal al sistema nervioso central sea muy rápida, activándose y produciendo un repentino dolor. A todo esto, se suma la composición de tejido adiposo que tiene la zona que hace que el dedo sea aún más sensible y tierno.

¿Se ha roto el hueso?

Esta es quizás la duda más frecuente una vez que se ha producido el golpe, y es que el dedo pequeño del pie está formado por tres huesos pequeños y muy frágiles. No es extraño que alguno de ellos se rompa tras el golpe al chocar contra una pared o la esquina de un mueble.

El dolor llega a ser tan intenso y molesto que la duda surge, pero si este desaparece al poco tiempo, y las molestias van desapareciendo, lo más probable es que haya sido un susto puntual. Por el contrario, si transcurren más de 30 minutos, y el dedo sigue doliendo, comienza a inflamarse e incluso cambia a un color en tonos morados, es posible que se haya fracturado, por ello hay que acudir rápidamente a un profesional.

Acudir a un experto ayudará a determinar la gravedad del asunto. Es muy probable que si el dedo presenta las características anteriormente señaladas, sea necesario realizar alguna radiografía para ver el estado de las falanges. En caso de que haya rotura, deberá ser el profesional el que paute el tratamiento adecuado: cirugía, reposo, rehabilitación o inmovilización, entre otras posibilidades.

¿Prevención?

Es muy complicado prevenir un golpe que se da de forma muy accidental, pero sí se pueden acortar las posibilidades de que se produzca. Este tipo de choque suele producirse por la noche, cuando la luz está apagada y estando descalzos, por ello muchas personas la denominan la fractura del sonámbulo. Aunque, como hemos comentado, evitarlo puede ser complejo, sí es posible intentar prevenirlo:

  • Usar de manera frecuente las zapatillas de estar por casa, sobre todo si se tiene tendencia a levantarse en mitad de la noche.
  • Encender una luz o dejar una prendida (que ilumine poco) para tener algo de claridad al andar por la noche.
  • Ir con cuidado, barajando muy bien la situación en la que están los muebles, y arrastrando los pies suavemente si se tiene alguna duda.

Como puede apreciarse, no es sencillo evitarlo, pero puede prevenirse o tratarse una vez haya ocurrido, para así evitar daños mayores con el paso del tiempo.

 

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