Señales para llevar al niño al podólogo infantil
La podología pediátrica infantil es una rama de la podología que se dedica al estudio de las patologías de los niños desde que nacen hasta su desarrollo. Los niños están en continuo crecimiento, y a lo largo de esa etapa se pueden producir alteraciones funcionales o morfológicas en los pies. Esto se debe a que los pies de los menores están formados en gran medida por cartílago, y con el paso de los años este va creciendo y se va osificando.
Por ello, durante la infancia es la etapa en la que se tienen más posibilidades de realizar correcciones en los pies de los niños, lo que evitará que tengan serios problemas en la edad adulta. Es muy importante realizar un seguimiento de su pisada, pues es la única forma de detectar si existe alguna patología. Al encontrarse en plena fase de desarrollo, es el momento ideal para aplicar un tratamiento que permita corregir de manera eficiente el problema.
La prevención en la etapa infantil es primordial, ya que, una vez finalizado este periodo de crecimiento, la podología se volverá paliativa en vez de preventiva; esto impedirá que se solventen ciertas malformaciones de manera eficiente, dado que la flexibilidad del menor habrá terminado.
Señales para llevar al niño al podólogo infantil
Como ya se ha comentado, los primeros años de vida son cruciales para prevenir, diagnosticar y tratar de manera más sencilla las patologías que puedan desarrollarse en los niños. A continuación, desde Podología Elena García en Granada, daremos unos indicios que los padres deben tomar como alarma si los ven en sus hijos:
Ansiedad por quitarse los zapatos
Muchos profesionales recomiendan que los niños menores de 3 años utilicen calzado lo menos posible, pues es bueno que interactúen con el suelo para trabajar la sensibilidad que tienen en las plantas de los pies. Si los niños no aguantan cuando se ponen los zapatos, es probable que tengan algún problema de dolor en los pies; por ello, es importante que acudan a una cita con un podólogo infantil. De esta forma, además de realizar un diagnóstico y un tratamiento, también ayudarán a encontrar un calzado que se ajuste a las necesidades del menor.
El calzado presenta irregularidades en el desgaste
Un desgaste irregular en la suela de los zapatos infantiles es un importante aviso de que los niños necesitan plantillas. Si la suela suele tener deformidades o desgastes irregulares, es probable que se deba a que el pequeño hace un apoyo inadecuado en uno o en ambos pies.
Cuando el calzado se está desgastando más por la zona exterior o interior, indica que se realiza un apoyo mayor en esa zona. Esta sobrecarga irregular puede provocar varios problemas a largo plazo, como callos plantares o lumbalgias.
Problemas en las uñas
Las uñas de los pies también pueden ser una zona que refleje problemas. Es importante que las uñas siempre tengan un aspecto sano, sin manchas, decoloraciones o grietas. Los padres deberían llevar a sus hijos a un podólogo infantil al observar que la primera uña de los pies se rompe con facilidad o se producen heridas en los dedos.
Otro dato es que las uñas pueden amarillear, lo que indicaría que existe una infección de hongos, psoriasis u otro tipo de patología.
Pisada con las punteras hacia dentro
Observar la forma de andar de los niños es muy importante. Es necesario ver la postura o cómo colocan los pies al caminar, si hacia dentro o hacia fuera, ya que si se observa algo así, hay que acudir a podología.
Cuando tienen tendencia a andar hacia dentro, también pueden hacerlo de puntillas, lo cual será un problema si se mantiene mas de los 8 años. Los profesionales recomiendan que los niños visiten al podólogo infantil al comenzar a andar, si ven que hay algo raro. El profesional le indicará si es necesario un estudio de la pisada regular, que permita realizar correcciones antes de que sea demasiado tarde y pase de ser niño a adolescente o joven.