Sintomatología de la mala circulación
La mala circulación en los pies es un problema que afecta en gran proporción a personas mayores, pero también a gente relativamente joven. Esto se debe a que las causas pueden ser hereditarias o por hábitos adquiridos. Por ello, es importante acudir a un profesional con el que podamos trabajar y analizar por qué padecemos esta afección. Una mala circulación en la sangre hace que nuestras extremidades se enfríen con facilidad y que aparezcan una serie de problemas añadidos.
Los síntomas de la mala circulación aparecen debido a la acumulación de líquidos en sangre. Esto se debe a que el paso de la sangre a través de las venas y las arterias se realiza de manera dificultosa, lo cual inflama los pies, los tobillos o las rodillas. La circulación venosa tiene como objetivo llevar la sangre de los diferentes tejidos hacia el corazón, y cuando esto falla empiezan los problemas.
Las causas de una mala circulación pueden ser varias: debido a la genética, a los malos hábitos, a la obesidad, al exceso de alcohol, por fumar o no realizar actividades deportivas. Por suerte, exceptuando la causa genética, todas las demás tienen solución y podemos mejorarlas con un ajuste.
Sintomatología de la mala circulación
Los síntomas más comunes que suelen percibirse y que están relacionados con tener mala circulación son los siguientes:
- Sensación de pesadez en las piernas.
- Los pies suelen estar fríos.
- La cicatrización en las heridas es muy lenta.
- Aparece un leve hormigueo en las piernas.
- Los pies suelen presentar un color azulado.
- La piel de las piernas suele estar muy seca.
Causas de la mala circulación
Las causas pueden ser muchas y variadas:
- Las personas que llevan un estilo de vida sedentario, es decir, que caminan poco o hacen poco ejercicio, suelen tener más probabilidades de padecer mala circulación.
- La obesidad es un factor de riesgo que puede llevar a tener mala circulación.
- El colesterol alto es una patología muy común en esta sociedad occidental debido a los malos hábitos alimenticios, lo que puede degenerar en una mala circulación.
- El embarazo aumenta las posibilidades de padecer mala circulación. Debido al crecimiento fetal, muchas funciones del organismo se ralentizan.
- La diabetes y el colesterol pueden provocar mala circulación.
- Algunos medicamentos, como las pastillas anticonceptivas, pueden provocar problemas de circulación.
- La aterosclerosis puede ser un factor de padecimiento
- Fumar y beber alcohol de más favorece que aparezcan problemas circulatorios.
Tratamientos para la mala circulación
Antes de aplicar cualquier tratamiento, es necesario acudir a profesionales como nosotros, consultorio de Podología Elena García en Granada, y averiguar las causas. Es necesario saber el origen del problema para poder aplicar el tratamiento oportuno. En función de él, se aplicarán fármacos, tratamientos físicos o se darán una serie de consejos.
- Hacer ejercicio: cualquier actividad deportiva mejora significativamente los problemas de circulación, pues activa el sistema linfático, reduce el peso corporal y mejora otras patologías.
- Evitar estar en la misma posición, ya sea de pie o sentado; cambiar la postura es bueno, pues alivia la presión ejercida en las piernas.
- Si el problema se agrava, se pueden utilizar medias compresivas.
- Poner las piernas en alto al finalizar el día ayuda a activar la circulación.
- Los masajes, sobre todo aquellos que son linfáticos, ayudan a mejorar la circulación y a aumentar la eliminación de líquidos.
- Si las piernas se te cargan, usa calzado cómodo para evitar presiones e inflamación.
- Una dieta equilibrada, con una amplia ingesta de frutas y verduras, ayuda a mejorar la circulación, pues disminuye la diabetes y el colesterol.
- Las infusiones o la ingesta frecuente de agua, unidas al ejercicio, favorecen la eliminación de líquidos y, por lo tanto, la desinflamación.
- Dejar el tabaco y el alcohol es la mejor decisión que podrás tomar en la vida, pues son factores de riesgo alto.
- Por culpa de una mala circulación, pueden aparecer varices, inflamación en las articulaciones, problemas vasculares.
- No lo dejes pasar: acude a un profesional, si haciendo todo lo anterior no mejora.